Las áreas tibetanas en China permanecen vetadas a los extranjeros

Europa Press Sociedad
Actualizado: viernes, 13 febrero 2009 13:49

PEKÍN 13 Feb. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -

Las áreas chinas con población tibetana están cerradas a los extranjeros y así permanecerán, al menos, hasta finales de marzo, una vez pase el 50 aniversario del levantamiento de Tíbet contra China que acabó con la marcha al exilio del Dalai Lama.

Según el diario hongkonés 'South China Morning Post', que cita a funcionarios de las oficinas de Turismo de varias localidades con población tibetana, las zonas no podrán ser visitadas por viajeros extranjeros hasta abril. Las fuentes, sin embargo, no quisieron revelar desde cuándo se está aplicando este nuevo control.

Aunque para viajar a la región de Tíbet, en el extremo occidental, los visitantes extranjeros siempre han tenido que realizar un trámite especial, que se complicaba si los interesados eran periodistas o diplomáticos, para visitar las poblaciones tibetanas de provincias como Sichuan, Gansu o Qinghai, sin embargo, no eran necesarios los permisos.

Pero desde las revueltas de Lhasa de marzo del año pasado, que acabaron con la quema de tiendas y edificios chinos y que fueron recibidas con manifestaciones de apoyo por los tibetanos de otras provincias, el acceso ha quedado restringido por temporadas, y totalmente cortado en estos momentos.

Pekín no ha ocultado que las visitas a los periodistas están vetadas, como reconoció ayer la portavoz del Ministerio de Exteriores, Jiang Yu. "Desde el incidente del 14 de marzo, es cierto que los periodistas están encontrando más difícil ir a Tíbet. Creo que todos ustedes conocen las razones. El Gobierno ha tomado algunas medidas. El propósito es garantizar la estabilidad de Tíbet".

Un ciudadano extranjero consultado por Europa Press que declinó dar su nombre, y que pudo visitar una de estas regiones con un permiso especial a principios de año, por motivos académicos, confirma los controles y la enorme presencia de militares en la zona.

"Han colocado cámaras frente a las puertas de los monasterios. Los monjes van a escondidas por la noche y las cubren con sus hábitos, pero en el monasterio que yo visité ya han sido castigados por hacerlo. Dentro de los monasterios han abierto un cuartel, para vigilar todos los movimientos. A nosotros nos estuvieron siguiendo y haciendo fotografías todo el tiempo que estuvimos ahí. Es una situación muy triste", relató.

Pekín ha intentado lanzar un mensaje de supuesta calma y ha autorizado recientemente el viaje de un grupo de periodistas extranjeros a Lhasa.

Las visitas a monasterios como el de Jokhang (donde el año pasado, en un viaje organizado de corresponsales, un grupo de monjes irrumpió en una conferencia y denunció que se estaban produciendo fuertes represalias tras las protestas de marzo), han permitido confirmar que los religiosos están recibiendo una importante instrucción en "educación patriótica" y derecho chino.

Contenido patrocinado