MADRID, 17 May. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Ministros ha aprobado dos Reales Decretos de los planes hidrológicos de cuenca de la parte española de la demarcación hidrográfica del Guadiana y de la demarcación hidrográfica del Guadalquivir.
Así, el Real Decreto del plan de cuenca del Guadiana contempla un programa de medidas hasta 2014 para ejecutar por todas las administraciones y que requerirá una inversión de 800 millones de euros, de los que a final de 2012 ya están ejecutados 320 millones de euros.
El plan hidrológico del Guadiana es el "elemento básico de gestión de la demarcación hidrográfica" y tiene como objetivos conseguir el buen estado de las aguas y la adecuada protección del dominio público hidráulico. De este modo, el plan marca las pautas para atender las demandas de agua respetando el equilibrio y la armonización del desarrollo regional y sectorial.
Entre otras medidas, el plan define un régimen de caudales ecológicos basado en métodos eco-hidráulicos que contribuirán a mejorar el estado de las 313 masas de agua superficiales y 20 subterráneas que se han definido en el Plan.
Del total de presupuesto (800 millones), el 41 por ciento se destinará a adoptar una serie de medidas de atención a las demandas; el 23 por ciento a la minimización de la contaminación localizada; el 18 por ciento, a la restauración ambiental; el 9 por ciento, a la prevención de fenómenos meteorológicos extremos; el 7 por ciento, al control y reducción de extracciones, y el 2 por ciento restante, a la minimización de la contaminación difusa.
El plan hidrológico de la parte española de la demarcación del Guadiana ha sido elaborado por la Confederación Hidrográfica del Guadiana e informado favorablemente por el Consejo Nacional del Agua el pasado 13 de diciembre de 2012, tras su aprobación por el Consejo del Agua de la demarcación y el pertinente proceso de participación pública.
Antes de su aprobación este viernes por el Consejo de Ministros, contaba con la aprobación e informe positivo de los distintos Ministerios afectados.
GUADALQUIVIR
Además, el Consejo de Ministros ha dado luz verde al Real Decreto por el que se aprueba el plan hidrológico del Guadalquivir, que está "ampliamente negociado y con gran participación" y que otorga un "tratamiento especial" al Parque Nacional de Doñana.** Concretamente, el plan hidrológico establece un marco normativo para gestionar el agua que persigue el equilibrio en la cuenca desde un planteamiento más sostenible, en base a las directrices de la Directiva Marco del Agua.
De este modo, apuesta por la necesidad de realizar una gestión racional y sostenible del agua para mantener el buen estado de las aguas superficiales y subterráneas sin desatender las demandas existentes. Este objetivo pasa por incrementar las disponibilidades un objetivo que pasa por incrementar las disponibilidades del agua, proteger su calidad, economizar su empleo y racionalizar sus usos en armonía con el medio ambiente y los demás recursos naturales.
Entre las novedades del plan está imponer a los usuarios unas "eficiencias mínimas" que determinarán las dotaciones brutas de agua para cada uso hídrico. Por ello, los usos agrarios y de abastecimiento a las poblaciones deberán hacer un uso más eficiente del agua e incorporar mejoras para su modernización. Sin embargo, los núcleos urbanos inferiores a cincuenta mil habitantes dispondrán de una moratoria temporal para ajustar sus infraestructuras.
Por otro lado, el plan establece una reorganización de los sistemas de explotación y, en aras al equilibrio territorial, se ha desarrollado un intenso trabajo para integrar en un sistema único la mayor extensión posible de la cuenca, lo que permitirá ofrecer las mismas garantías a los distintos usuarios apostando por una gestión basada en la unidad de cuenca. Por ello, se reducen de quince a ocho los sistemas de explotación, incorporando al Sistema de Regulación General todos los territorios con capacidad de interconexión entre sí.
Concretamente, el 73 por ciento de la demarcación quedará integrado en el Sistema de Regulación General, mientras que se establecen los sistemas parciales de explotación del Guadiamar, el de abastecimiento a Sevilla, abastecimiento de Córdoba, abastecimiento de Jaén, Hoya de Guadix, Alto Genil y Bembézar-Retortillo. Sobre cada uno de ellos se ha realizado un análisis para la obtención de los balances y la determinación de las asignaciones correspondientes.
CAUDALES MÍNIMOS Y RESTRICCIONES A LA EXPLOTACIÓN
Asimismo, el plan hidrológico impone restricciones a los sistemas de explotación. El plan reconoce que la escasez de agua en esta cuenca hace "imprescindible" determinar los caudales que deben circular para alcanzar los objetivos medioambientales.
En este sentido, y tras un intenso proceso de concertación, se han determinado los caudales mínimos circulantes a lo largo de toda la cuenca del Guadalquivir, así como los caudales máximos en algunos puntos significativos.
El nuevo plan hidrológico identifica y delimita las masas de agua que conforman la demarcación del Guadalquivir (ríos, embalses, lagos, aguas subterráneas, aguas de transición y aguas costeras) y, sobre ellas, se definen los objetivos medioambientales que se deben alcanzar. Al mismo tiempo, recoge el inventario de recursos y presiones existentes en la cuenca y cuantifica los volúmenes de agua que demandan los diferentes usos para, a partir de este análisis, determinar las distintas dotaciones.
MAYOR PROTECCIÓN PARA DOÑANA
El plan hidrológico limita la sobreexplotación del acuífero Almonte-Marismas y contempla distintas medidas para incrementar la protección del Parque Nacional de Doñana.
Concretamente, establece el incremento del personal de guardería para el control de extracciones; revisa los títulos de derecho al uso del agua de los aprovechamientos de aguas existentes; incorpora un programa de estudio e investigación de masas de agua subterránea y cuantifica (quince hectómetros cúbicos) las necesidades de aportación de nuevos recursos superficiales para sustituir parcialmente las extracciones de la masa subterránea de Almonte-Marismas para mejorar los ecosistemas dependientes de la misma.
El Gobierno destaca que este plan ha llegado al Consejo de Ministros tras un "amplio" proceso de participación y que, hasta su aprobación, la Confederación hidrográfica del Guadalquivir ha estado en "permanente contacto" con las administraciones implicadas, expertos, asociaciones, empresarios, regantes, ecologistas, sector energético y sociedad civil. Esto se ha traducido en que el proyecto del plan ha contado con un "importante consenso" que ha permitido que en su aprobación, por los diferentes órganos competentes, haya contado con amplias mayorías.
Con la aprobación de estos dos planes de cuenca son ya diez los planes de cuenca impulsados por este ejecutivo. Siete de ellos ya han sido aprobados por Real Decreto (Guadiana, Guadalquivir, Miño-Sil, Galicia-Costa, Tinto-Odiel-Piedras, Guadalete-Barbate y Cuencas Mediterráneas Andaluzas), mientras que los otros tres (Duero, Cantábrico Occidental y Cantábrico Oriental) están en su última fase de tramitación tras el informe favorable del Consejo Nacional del Agua.
De este modo, se continúa avanzando en el proceso de planificación hidrológica, impulsando la coordinación de todos los intereses territoriales y garantizando el cumplimiento de la Directiva Marco del Agua de cara a conseguir aprobar los planes de cuenca de las demarcaciones competencia del Estado (intercomunitarias) antes de que finalice 2013.