MADRID, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Defensor del Pueblo ha estado recibiendo entre cincuenta y sesenta quejas ciudadanas diarias a lo largo de sus 25 años de historia, según se desprende del libro 'El Defensor del Pueblo en una España en cambio' (Ed.Trama), un análisis de la labor de la institución que se presentó hoy en Madrid en conmemoración de sus 'bodas de plata'.
En total, desde el inicio de su actividad en 1982, la Oficina del Defensor del Pueblo ha registrado 502.306 reclamaciones, con una media anual de 20.930, la mayor parte de las cuales hacían referencia a la situación de los funcionarios y trabajadores (44.255 quejas entre 1995 y 2006), educación (31.810 quejas en la misma década), actividad económica del Estado (16.636) y libertades (15.689).
El análisis concluye que "un tema poderoso de queja es el que hace referencia a la situación de específicos colectivos sociales como los trabajadores y funcionarios, los inmigrantes y extranjeros, los presos, la tercera edad y los sujetos con escasa capacidad para hacer oír la propia voz" y señala que las reclamaciones relacionadas con estas materias "aparecen constantemente, año tras año".
También las instituciones públicas son "temática de poderosa vertebración de quejas", reza el estudio, que señala como "los grandes temas" de reclamación "las actuaciones de la Hacienda Pública (de la Administración central, autonómica y local), las otras actividades económicas del Estado, la situación del Medio Ambiente o las actuaciones públicas en los campos de la salud, la seguridad social y la educación".
Por comunidades autónomas, los ciudadanos que más han solicitado la intervención del Defensor del Pueblo han sido los madrileños, que formularon entre 1983 y 2006 en torno a 150.000 reclamaciones. Les siguen los andaluces, con algo menos de 60.000 quejas y los catalanes con poco más de 40.000. Los ceutíes y melillenses fueron, junto a los habitantes de La Rioja, los que menos acudieron a la institución.
Del más de medio millón de quejas registradas, 2.158 fueron de oficio y el resto estuvieron en su mayor parte motivadas por peticiones individuales. Así, las reclamaciones personales alcanzaron las 225.048 en estos 25 años, con una media anual de 11.845. Las quejas colectivas sumaron 176.856, y dibujaron una media "inestable, ligada a coyunturas que van cambiando de año en año".
Respecto a la tramitación de las reclamaciones, como media anual, entre 1988 y 2006 el 50% de las quejas resultaron no admitidas, en la mayoría de los casos por no encontrarse indicio de irregularidad administrativa, y el 7% quedaron pendientes, mientras se aprobaron el 43% de las quejas presentadas.
LA INSTITUCIÓN MÁS VALORADA
Según explicó uno de los autores del estudio, el catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, Ramón Ramos Torres, la cantidad de quejas recibidas indica el grado de percepción social de la labor del Defensor del Pueblo, "la institución española más valorada después de la Monarquía".
En este sentido, el análisis destaca que con pequeñas fluctuaciones, el grado de conocimiento de la institución entre la población española "es considerablemente alto y se mantiene estable" en niveles por encima del 70%. Sin embargo, sus funciones son conocidas por un porcentaje de ciudadanos que ronda el 30% y en una escala de cero a diez, la confianza en el Defensor del Pueblo se fija entorno al cinco y medio.