Dice que en España no se conoce bien la postura tibetana y apunta a una posible "presión" de China para que no se le reciba
MADRID, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
El enviado del Dalai Lama para Europa, Kelsang Gyaltsen, lamentó este martes que ningún representante del Gobierno español haya aceptado recibirle para conocer de primera mano el "punto de vista tibetano" sobre lo que ocurre en la región controlada por China durante la visita que está realizando esta semana a Madrid, pese a que otros países que han ocupado la presidencia de la Unión Europea siempre han mantenido contacto con la parte tibetana.
En declaraciones a Europa Press, Gyaltsen subrayó que el objetivo de su visita es precisamente mantener contactos con parlamentarios y representantes del Gobierno español ahora que España asumirá la presidencia de la UE el 1 de enero. "Normalmente tenemos buen acceso a todas las presidencias de la UE para informar sobre la situación actual en Tíbet, pero desgraciadamente ha habido poco contacto con España", lamentó.
Según explicó, desde hace "tres o cuatro meses" ha pedido ser recibido por alguien del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación pero en todas las ocasiones le han remitido al embajador español en Bruselas al que por otra parte, dijo, "ya he visto".
No obstante, Gyaltsen, que estará en Madrid hasta el jueves, espera tener "la oportunidad" de encontrarse con algún representante del Ejecutivo español. Sin embargo, fuentes del Ministerio de Exteriores consultadas por Europa Press confirmaron que ningún miembro del departamento que dirige Miguel Angel Moratinos le recibirá.
En su opinión, el hecho de que el Gobierno se niegue por el momento a recibirle obedece por un lado a que "hay menos información disponible aquí en España sobre el punto de vista tibetano del problema" y a que seguramente "existe una tremenda presión por parte del Gobierno chino sobre el Gobierno español".
Gyatsen, que se entrevistó esta mañana con un parlamentario del PSOE, defendió que es "justo que se conozca el punto de vista de las víctimas de la situación en Tíbet" y no sólo la versión del Gobierno chino, así como su "enfoque para encontrar una solución" a la cuestión tibetana.
Según el enviado del Dalai Lama, desde los violentos disturbios del año pasado en la región "no ha habido mejoras". En estos momentos, explicó sigue habiendo "una intensa presencia militar y policial, con controles y restricción de movimientos". Asimismo, continúa la "campaña de educación patriótica" en virtud del cual "se obliga a los tibetanos a denunciar al Dalai Lama y a prestar lealtad al Partido Comunista Chino".
Los tibetanos, prosiguió, viven en un estado de "intimidación y miedo como en los días de la Revolución Cultural, con deportaciones diarias y detenciones y condenas a penas graves de prisión". Incluso, añadió, "ha habido dos casos de ejecución" lo que "indica claramente que la situación es muy grave".
Por último, indicó que no existen "planes" por el momento sobre una eventual visita del Dalai Lama a España coincidiendo con la presidencia de turno de la UE.
