MIERES 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
La familia de Olga Inés López Gutiérrez, la mujer que fue apuñalada el pasado 23 de agosto en el domicilio familiar, en el centro de Mieres (Asturias), por su hija, Rosa Pilar A. L., de 45 años, que padece una enfermedad mental, manifestó su "indignación", mediante un comunicado recogido por Europa Press, al entender que las autoridades sanitarias del Principado "no solo desoyeron nuestras insistentes peticiones de ayuda durante los últimos 25 años sino que ahora nos insultan negando la evidencia".
La familia de la fallecida se mostró "dolida" y aseguran que la situación desembocó en tragedia porque Rosa Pilar A. L. "no estaba bien tratada". "Como mucho tendría el tratamiento correcto preescrito", apuntaron, pero aun suponiendo que se le hubieran sido administradas sus inyecciones quincenalmente, "cosa que solo ocurría en contadas ocasiones", añadieron, estas debían de complementarse con un tratamiento oral que "en ningún caso tomaba".
"Rosa tampoco era tranquila", aseguró la familia. "Si lo fuera no hubiéramos necesitado la ayuda de la policía para reducirla en numerosas ocasiones".
Añadieron que "es cierto que no existen denuncias por maltrato a la victima, pero si existen denuncias previas por conducta violenta". En Septiembre del 2004 la familia acudió a la comisaria de Mieres para presentar el atestado numero 3.868 que dice textualmente: "desde mediados de julio del presente año no toma la medicación y a la familia le es imposible conseguir que siga las pautas indicadas por el medico".
"La Consejería insiste en que Rosa estaba bien tratada basándose en que se le administro una inyección en el centro de salud el 16 de Agosto", manifestaron sus familiares, para añadir que "según la familia este hecho aislado no constituye un tratamiento adecuado".
Por ello, en el comunicado exigen a la administración que "ya que no reconocen públicamente su error tengan la humanidad y valentía suficientes de no cuestionar la verdad que relata la familia y que es fácilmente corroborable".