LIMA, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
En un fallo histórico, el ex presidente peruano Alberto Fujimori fue condenado hoy a 25 años de cárcel por la Sala Penal Especial del Tribunal Supremo de Justicia, que le había declarado previamente culpable de abusos a los Derechos Humanos por ser responsable de los delitos de homicidio calificado, lesiones graves y secuestro.
Según explicó el presidente de la Sala, el magistrado César San Martín, la sentencia es la más grave y severa que se podía imponer al ex mandatario, de 70 años, que no saldrá de prisión hasta el 10 de febrero del 2032, informa la agencia oficial Andina.
Fujimori estaba acusado de ser el autor intelectual de las matanzas de Barrios Altos, en 1991, y La Cantuta, en 1992, cometidas por un escuadrón del Ejército conocido como el grupo Colina, y del secuestro de un empresario y un periodista. El incidente de Barrios Altos dejó 15 muertos y el de la Universidad La Cantuta, diez.
LECTURA DE LA SENTENCIA
Durante la lectura de la sentencia, los jueces de la sala penal especial de la Corte Suprema de Justicia aseguraron que el fallo respondía a la "gravedad" de los hechos juzgados, los cuales se inscribían en un plan de desapariciones forzadas y asesinatos a cargo del Estado, las fuerzas armadas y el servicio de inteligencia.
Los magistrados también atribuyeron al gobierno de Fujimori el intento de ocultar los abusos cometidos durante su gestión, que "están probados más allá de toda duda razonable".
Aun así, Fujimori, de 70 años, negó los cargos en su contra, y presentó hoy un recurso de nulidad para apelar la sentencia. La apelación se presentó para que una segunda instancia judicial revise la resolución emitida contra el ex mandatario. Tras escuchar la lectura de la sentencia, que duró casi tres horas, el ex presidente consultó con su abogado defensor César Nakazaki durante unos segundos, y respondió al tribunal presidido por San Martín que presentará el recurso de nulidad.
Durante toda la sesión de lectura, Fujimori no cesó de tomar nota sobre los alcances del fallo en un cuaderno. Al conocer la sentencia, consultó dichas notas con su abogado. Además, al ser preguntado por el juez sobre su conformidad con la resolución judicial, Fujimori declaró: "Señor presidente, interpongo recurso de nulidad".
Como respuesta, el presidente del tribunal manifestó que conforme a la ley, el juzgado concedía el recurso de nulidad interpuesto. El fiscal José Pélaez Bardales, que pedía 30 años de prisión, expresó aun así su conformidad con la sentencia. La Segunda Sala Penal Transitoria deberá emitir una resolución definitiva en el plazo de seis a ocho meses.
RESPUESTA DE LA HIJA DE FUJIMORI
Tras conocerse el fallo, su hija, la congresista Keiko Fujimori, afirmó que la condena impuesta a su padre estuvo "llena de odio y de venganza", y adelantó que sus seguidores se movilizarán en las calles porque "el fujimorismo no se va a quedar de brazos cruzados".
"Asistimos a esta audiencia con la esperanza de escuchar un fallo jurídico, que le otorgue justicia a Alberto Fujimori", indicó. "Muy grande es mi indignación de escuchar un fallo lleno de odio y de venganza", señaló, según informó la agencia Andina.
Asimismo, advirtió de que "obviamente, el fujimorismo no se va a quedar de brazos cruzados, vamos a salir a las calles a manifestar nuestro apoyo abierto al mejor presidente que ha tenido este país, al presidente que salvó del terrorismo a nuestro país; lo haremos de manera pacífica, pero obviamente que vamos a salir a defender, porque nos sentimos orgullosos del trabajo que él ha realizado".
Momentos después, la legisladora Fujimori encabezó un mitin con sus simpatizantes, a pocos metros del edificio en el que se ha juzgado al ex mandatario, donde dijo que "no pararemos hasta lograr la libertad de Alberto Fujimori". "Nos sometemos al tribunal del pueblo y lucharemos allí, y será el pueblo el que libere a Fujimori", agregó.
PROTESTAS DE LOS SIMPATIZANTES
Los simpatizantes del ex mandatario, que han acusado al tribunal de tener "motivaciones políticas", se enfrentaron a un grupo de sindicalistas a las afueras del edificio minutos después de conocerse la sentencia.
Los 'fujimoristas', que se encuentran en el lugar desde la víspera, pretendieron impedir que un grupo de activistas de Derechos Humanos y afiliados de la Confederación de Trabajadores del Perú (CTP), llegaran a las inmediaciones del lugar donde se desarrolla la lectura de la sentencia por violación a los derechos humanos.
Al grito de "terroristas", los 'fujimoristas' se lanzaron contra los sindicalistas, que a su vez gritaban "asesinos", lo que inició una pelea que terminó con un simpatizante de Fujimori, identificado como Israel Inga, herido en la cabeza tras recibir un golpe con un palo.
En este sentido, la ministra del Interior, Mercedes Cabanillas, afirmó que la Policía se encuentra preparada para garantizar la tranquilidad pública y evitar eventuales disturbios. "Tengan ustedes la certeza que la Policía ha recibido instrucciones de garantizar la seguridad", aunque permitiendo que la gente pueda expresar sus opiniones, añadió.
ORGANIZACIONES DE DERECHOS HUMANOS
Mientras, los grupos de defensa de los Derechos Humanos aseguraron que esta sentencia es un "hito en la lucha por la justicia" y una "victoria para los Derechos Humanos".
Amnistía Internacional (AI) emitió un comunicado en el que resaltó que la condena de Fujimori marca "un hito fundamental en la lucha contra la impunidad en Perú y demuestra que nadie está exento de rendir cuentas".
El observador de AI Javier Zúñiga destacó que en Perú "se ha hecho justicia". "Este es un día histórico, no todos los días se ve a un ex jefe de Estado siendo sentenciado por violaciones a los Derechos Humanos (...).
"Ahora es imperativo que todos los responsables de violaciones de Derechos Humanos cometidas en Perú, incluyendo aquellas personas perpetradas antes del Gobierno de Alberto Fujimori, se enfrenten a los tribunales de justicia", estimó el observador. "La desaparición forzada, la tortura y la violación son crímenes que no están sujetos a prescripción cuando se cometen de manera generalizada, como ocurrió en Perú, concluyó.
Pos su parte, Human Rights Watch aseguró que la sentencia constituye un importante avance para promover justicia por las violaciones de Derechos Humanos en la región y en el mundo. El juicio, sostuvo la ONG, respetó las garantías del debido proceso y cumplió con los estándares internacionales que garantizan un juicio justo.
"Tras eludir la justicia durante varios años, Fujimori finalmente debe responder por algunos de sus delitos", señaló la investigadora principal de la División de las Américas de Human Rights Watch, María McFarland, que se encontraba en la sala durante la lectura de la sentencia.
Human Rights Watch señaló que la sentencia contra Fujimori es particularmente notable ya que, a diferencia de muchos otros casos, el sistema de justicia nacional de Perú demostró tener la voluntad, la capacidad y la independencia necesarias para juzgar a su ex presidente.
"Durante una década, el gobierno de Fujimori recurrió al soborno, la extorsión y la intimidación para concentrar el poder en la presidencia, quebrantando el proceso democrático y eliminando la posibilidad que normalmente tienen el poder judicial, el poder legislativo y los medios de comunicación de controlar los abusos del Gobierno", añadió HRW.
Fujimori fue extraditado el 22 de septiembre de 2007 por las autoridades de Chile, país al que había llegado en noviembre de 2005 por su propia voluntad desde Japón. El ex presidente renunció a su cargo en noviembre de 2000 desde el país asiático, y se refugió allí a raíz de un escándalo por la red de corrupción que había creado su asesor Vladimiro Montesinos, el cual se encuentra ya en la cárcel.
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