MADRID 4 Nov. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, aseguró hoy que "el futuro del país depende de la capacidad de la sociedad para innovar y transferir conocimiento" por lo que, a su juicio, "es la mejor inversión que se puede llevar a cabo". No obstante, recordó que esta responsabilidad "no depende únicamente de las administraciones sino que es tarea del conjunto de la ciudadanía".
En el marco de la jornada 'Dialogo y Acción', organizada por la fundación Bertelsmann, Gabilondo destacó el papel de la educación y formación como "mejor instrumento" para la mejora del país y del sistema educativo. Por ello, pidió "un diálogo activo por la educación en la búsqueda del máximo consenso posible" y un "papel aún más activo" en la educación de toda la sociedad y especialmente de la comunidad educativa.
"La educación no sólo consiste en la transmisión de conocimientos, sino que también exige la formación en valores democráticos, en valores de compromiso social y de participación en la vida pública", explicó durante su intervención en la jornada, a la que acudió el Rey Don Juan Carlos. En este sentido, cree necesario un impulso de una nueva forma de enseñar y aprender, lo que a su juicio, representa "todo un reto para el modelo educativo". Así, se refirió a "una nueva cultura educativa donde haya nuevas relaciones de comunicación entre profesores y alumnos que permita a través de la palabra y la acción la formación de futuros ciudadanos".
Gabilondo señaló el fomento de las fundaciones cívicas del compromiso, la responsabilidad social de las empresas, y de la participación juvenil como "un caudal de esperanza" para el futuro bienestar de la sociedad española.
También, animó a los ciudadanos a desarrollar "innovaciones sociales" que promuevan los valores cívicos de la tolerancia, creatividad, compromiso social y participación, pues a su juicio contribuirán a mejorar la "calidad de la democracia y aumentar el bienestar social". "Una democracia se refleja y constituye en procedimientos, normas y reglas que nos damos entre todos, pero sería incompleta si no viene acompañada de una actitud ciudadana vigorosa, imaginativa y crítica", aseguró.
En este sentido, lamentó que España, "a diferencia de otros países", no haya sido "especialmente fértil" a la hora de desarrollar organizaciones y entidades surgidas de la propia sociedad, como es el caso de la Fundación Bertelsmann. Sin embargo, se mostró positivo al respecto, ya que cree que "algo está comenzando a cambiar".