Actualizado 23/04/2009 16:34

El Gobierno de Sri Lanka pide ayuda internacional para paliar la emergencia humanitaria creada por la guerra

Reuters

COLOMBO, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Sri Lanka pidió este jueves ayuda internacional para atender a los más de 100.000 civiles que han huido de la zona de guerra en el noreste de la isla en sólo cuatro días, lo cual ha provocado, según sus palabras, una "situación humanitaria de emergencia".

El ministro ceilandés de Asuntos Exteriores, Rohitha Bogollagama, señaló hoy que el Gobierno necesita ayuda para llevar agua limpia, cuidados médicos y refugios para los desplazados, a pesar de que desde el pasado septiembre había bloqueado a las ONG el acceso a la zona de combate.

Sin embargo, Bogollagama anunció que las autoridades ya están permitiendo de nuevo el paso a los organismos de Naciones Unidas y otras organizaciones para ayudar a la gente que ha tenido que huir debido a la intensificación de los combates en los últimos días.

Después de que la guerrilla de los Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE) se negara a rendirse en virtud del ultimátum que dio el Gobierno la semana pasada, el Ejército ha iniciado la que se ha llamado la batalla final de la guerra civil ceilandesa, que ya dura más de 25 años y ha causado más de 70.000 muertos. Desde el lunes, cuando se lanzó esta ofensiva, más de 103.000 civiles han huido de la zona de combate, pero el Ejecutivo dice que todavía quedan atrapadas entre 15.000 y 20.000 personas.

Los militares aseguran que ahora controlan todo el territorio de la isla exceptuando un reducto de ocho kilómetros cuadrados en el que todavía permanecen los rebeldes. Pero esto ha provocado una dramática situación humanitaria que ha llevado incluso al Consejo de Seguridad de la ONU ha mostrar su "profunda preocupación".

Naciones Unidas también confirmó que en los últimos cuatro días han huido entre 90.000 y 100.000 personas, que se unirán a las 80.000 que ya se habían instalado en los campamentos de refugiados situados a lo largo del frente.

Como consecuencia de este éxodo, el portavoz de la ONU Gordon Weiss destacó desde Colombo el "grave hacinamiento en los campamentos" y denunció que esta situación "sólo va a empeorar en los próximos días".