MADRID, 5 May. (EUROPA PRESS) -
El director general del Foro Interalimentario, José Ignacio Arranz Recio, criticó hoy la "unilateral y sorprendente" prohibición rusa a las importaciones de carne de cerdo y productos derivados procedentes de España debido al brote de gripe A (H1N1) porque "no tiene aval científico" ni sigue las recomendaciones de la Oficina Internacional de Epizootias (OIE), máxima autoridad en sanidad animal, y confió en que las autoridades diplomáticas españolas hagan lo posible para "volver al cauce adecuado".
En declaraciones a Europa Press TV, Arranz sostuvo que se trata de una medida que "carece de sentido" ya que no cuenta con las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ni de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), ni de la OIE, ni de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y, por ello, es una decisión que "vulnera las reglas de juego del tráfico internacional".
En este sentido, explicó que la OIE "descarta como vía de contagio la vía alimentaria", descartando así la necesidad y justificación de cualquier medida restrictiva del comercio internacional de los productos del cerdo, y aseveró que esta postura podría generar unas "pérdidas económicas cuantiosas" para el sector ganadero porcino español si se mantiene en el tiempo la restricción.
Así, sostuvo que el sector, "que en la situación de crisis económica actual ni debe ni merece permitirse ningún tipo de veleidad", perdería "mucho dinero" por encontrarse con un mercado, al que ha cuidado desde hace mucho tiempo "con mimo", cerrado "injustificadamente por razones arbitrarias".
Además, sostuvo que calificar el territorio español de 'segunda zona de riesgo', como lo ha calificado el servicio federal de supervisión veterinaria y fitosanitaria de Rusia (Rosselkhoznadzor), "no tiene ninguna lógica" ya que España "no tiene ninguna epizootia", enfermedad que acomete a una o a varias especies de animales, y, por ello, aseveró que todos los productos del cerdo son "seguros".
"Esperamos que los contactos diplomáticos en materia de sanidad animal surtan fruto pronto y no tengamos que lamentar ninguna consecuencia económica para el sector, ni lamentar que los ciudadanos se vean atemorizados porque les surjan dudas de que los productos del cerdo no sean seguros. Son seguros", concluyó.
