Actualizado 26/09/2007 13:09

Justicia estudia medidas civiles y crear un órgano de seguimiento para delincuentes sexuales que quedan en libertad

Fernández Bermejo pide extender a las víctimas algunas medidas de la Ley de Violencia de Género


MADRID, 26 Sep. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, anunció hoy en el pleno del Senado que el Gobierno está estudiando medidas civiles para aquellos delincuentes sexuales no rehabilitados que quedan en libertad y en los que el tratamiento penitenciario no ha sido suficiente, así como crear un órgano central de seguimiento para este tipo de delincuentes.

Ante la pregunta del grupo 'popular' por los recientes casos como el de la puesta en libertad del violador de Vall d'Hebrón, el titular de Justicia afirmó que desde el Ejecutivo trabajan tanto en medidas legislativas como de otro tipo. No obstante, aseguró que "no lo tienen tan claro como los franceses" sobre qué hacer con el delincuente sexual, sobre todo cuando ni los tratamientos químicos ni psicológicos están dando buenos resultados.

En este sentido, señaló que actualmente existe un proyecto en tramitación parlamentaria que incluye una batería de medidas adicionales con el sometimiento posterior a tratamiento terapéutico-educativo o la libertad vigilada, ambas previstas hasta dos años aunque, según Bermejo, "debería extenderse este periodo" a lo largo de su tramitación.

Además, en ese proyecto hay una batería de medidas para retrasar la salida de estas personas y poder tratarlas en prisión como dificultades de suspensión de ejecución de condena; dificultad de sustitución de penas privativas y libertad para asegurar el tratamiento dentro; el tercer grado se aleja prácticamente porque se exige el cumplimiento de la mitad de la pena para acordarlo; o el hecho de que la libertad condicional prácticamente no sea posible.

En lo que respecta a la protección de las víctimas, Bermejo aseguró que hay que intentar extender algunas de las medidas de la Ley de Violencia de Género a estas víctimas de agresión sexual no incluidas en ella, tales como el teléfono de atención, que "puede ser un bálsamo tranquilizador y útil", y la protección de su intimidad a ultranza, "algo que quizá no han conseguido del todo.

Por su parte, el senador 'popular' Agustín Conde criticó al ministro por "su mal estilo y su bajeza" por dejar para el turno de réplica la explicación de estas medidas. "Está impidiendo un debate parlamentario, un cero en su talante democrático, así demuestra la altura a la que deja al Ministerio de Justicia", aseveró.