El Gobierno regional invertirá más de 210.000 euros para luchar contra la mutilación sexual femenina en Senegal y Mauritania en 2009
MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
La viceconsejera de Asistencia Sanitaria de la Comunidad de Madrid, Ana Sánchez, subrayó hoy que el Servicio regional de Salud está elaborando un protocolo de actuación destinado a que los profesionales sanitarios sepan cómo actuar para prevenir la mutilación genital entre las niñas que presenten un "riesgo relativo" y para la atención de las mujeres que ya la han sufrido.
Durante el acto de conmemoración del Día Mundial contra la Mutilación genital Femenina en la casa Hispano-africana de Madrid, la viceconsejera recalcó que el protocolo, que ya se encuentra en una fase avanzada de su elaboración, define los criterios de actuación, identificación de los sectores de riesgo y los mecanismos de comunicación con el resto de organismos implicados en la lucha contra esta lacra social.
Aunque reconoció que el riesgo es "relativamente bajo", la viceconsejera comentó que la población "diana" de las medidas preventivas está formada por niñas y adolescentes provenientes de países donde es común este tipo de práctica.
Además, Sánchez señaló que el protocolo de actuación contempla también una atención integral a las víctimas, dentro de la que se incluye una atención específica al parto, durante el que se pueden presentar problemas derivados de la mutilación, la reconstrucción de genitales y el tratamiento de los problemas físicos y psicológicos ocasionados.
Asimismo, el consejero de Inmigración y Cooperación de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, anunció hoy, con motivo de la conmemoración del día Mundial contra la Mutilación Sexual Femenina, que el Gobierno regional destinará más de 210.000 euros en dos programas para prevenir y erradicar la ablación del clítoris en Senegal y Mauritania y explicó que el Plan General de Cooperación 2009-2012 incluye un programa de prevención contra el problema en Madrid.
MUTILACIÓN GENITAL FEMENINA
La directora del programa 'Rescate de la Mujer', Agnes Pareyio, que participó en la conmemoración del día contra la mutilación genital de las mujeres, explicó que existen tres formas diferentes de ablación: la suna, que consiste en el corte de parte o de todo el clítoris; la clitoridectomía, que consiste en la extracción del clítoris y de los labios mayores y menores; y la infibulación, en la que además de seccionar clítoris y labios, a la mujer se le cose con hilo los dos lados de la vagina y sólo se le deja una "abertura pequeña" para que pase la orina y la sangre menstrual.
Entre las posibles secuelas derivadas de la extirpación del clítoris, la activista keniana comentó que, además del riesgo de desangramiento durante la intervención, se pueden producir infecciones recurrentes en el tracto urinario, la formación de una cicatriz permanente, dolor durante la regla y en las relaciones sexuales, frigidez, infertilidad y duración prolongada del parto, que también puede ocasionar la muerte. También recalcó que, con frecuencia, ocasiona problemas psicológicos como depresiones o problemas de ansiedad.
Como miembro de la tribu masai, una de las comunidades en donde la ablación femenina está más extendida, Pareyio insistió en que "no es fácil" erradicar esta práctica puesto que se trata de un rito con una amplia aceptación social y cultural.
En esta dirección, indicó que "sólo mediante la educación de la comunidad" se puede acabar con esta práctica. Así, comentó que desde su organización llevan a cabo un programa en la localidad keniana de Narok en el que durante cinco días explican a las niñas los riesgos y las consecuencias de someterse a este tipo de intervención. "Después de esto las mujeres ya se sienten lo suficientemente maduras para saber decir no a la mutilación", agregó.
