Narbona inaugura la Agencia Estatal de Meteorología, que persigue mejorar la calidad en gestión y servicios

MADRID 15 Feb. (EUROPA PRESS) -

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, inauguró hoy, junto con el secretario general para la Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático, Arturo Gonzalo Aizpiri, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMT), que sustituye al antiguo Instituto Nacional, y persigue mejorar la calidad en la gestión y los servicios al ciudadano.

Junto con el presidente de la institución, Francisco Cadalso, Narbona destacó que el cambio se produce en una institución que tiene 120 años de vida o 140 años si se tiene en cuenta el momento en el que se empezaron a recopilar datos meteorológicos en España. "Con la Agencia se va a ganar en capacidad para prestar mejores servicios, flexibilidad en la gestión e incentivación de la carrera de la plantilla, así como continuar consolidando la proyección internacional", subrayó.

Así, la Agencia tiene una plantilla de 1.400 personas, de las que un 65 por ciento se encuentra en Centros Meteorológicos Territoriales y el 35 por ciento restante desarrolla su actividad en la sede central. Además, cuenta con un presupuesto anual de más de 100 millones de pesetas y recibe y procesa las imágenes y datos de los satélites geoestacionarios METEOSAT y GEOS-este, y de los polares TIROS-NOAA y METOP.

"Este nuevo modelo de gestión pública viene muy bien a la meteorología debido a los estándares de calidad cada vez más exigentes que vienen desde Europa, por ejemplo, para la navegación aérea", dijo el presidente de la institución, al tiempo que remarcó que a partir de ahora existirá un representante de la Agencia en cada una de las comunidades autónomas.

La institución cuenta con 90 observatorios con personal, 271 estaciones automáticas de observación, 7 estaciones de radiosondeo en tierra y 1 en el buque 'Esperanza del Mar'. Además, posee una red de 15 radares meteorológicos con capacidad 'doppler', otra de detección de rayos con 15 equipos detectores en la Península y 5 en las islas Canarias, así como una red de 4.500 estaciones pluviométricas y termopluviométricas atendidas por unos 4.900 colaboradores desinteresados.

Su finalidad y cometido es el desarrollo, implantación y prestación de los servicios meteorológicos que son competencia del Estado, así como el apoyo al ejercicio de otras políticas públicas y actividades privadas, contribuyendo con ello a la seguridad de bienes y personas, y al bienestar y desarrollo sostenible de la sociedad.