La ONU crea un nuevo representante especial para detener el creciente número de personas que sufre hambre crónica

MADRID 30 Oct. (EUROPA PRESS) -

El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, nombró este viernes a un representante especial para la Seguridad Alimentaria y la Nutrición, David Nabarro, cuya tarea va a consistir en detener e invertir el creciente número en todo el mundo de niños y adultos que sufren hambre crónica, informa el servicio de noticias de Naciones Unidas.

Nabarro estará así al frente del desarrollo de una respuesta internacional más coherente para luchar contra la inseguridad alimentaria y la malnutrición, que en la actualidad afectan a 1.000 millones de personas en todo el mundo, con un objetivo en las agencias multilaterales que se encargan de la ayuda internacional.

El nuevo representante especial es, según la ONU, un cualificado médico procedente de Reino Unido que ha tenido una larga carrera en los programas nacionales de salud en todo el mundo, y entre sus puestos ha ocupado el cargo de director ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y desde enero ha sido responsable de coordinar el equipo de alto nivel de la ONU sobre la crisis de la seguridad alimentaria mundial.

Este equipo se formó con las agencias, fondos y programas de la ONU, las instituciones financieras internacionales y la Organización Mundial del Comercio con el objetivo de responder a las dificultades de cientos de millones de personas afectadas por la inseguridad alimentaria y ante la necesidad de una inversión a largo plazo en programas de desarrollo, comercio justo, protección social y nutrición.

Nabarro declaró el mes pasado en rueda de prensa en la ONU que la falta de "suficiente comida para comer, o inseguridad alimentaria, es la degradación última de la Humanidad", y añadió que debilita pone en peligro a las personas, además de desestabilizar a las sociedades.

Enfatizó igualmente la necesidad de planes nacionales para la seguridad alimentaria, una transformación de los mercados y de los sistemas de comercio en el sector agrícola para trabajar más en el interés de los pobres y sus países, una protección social más fuerte y redes seguras en programas de desarrollo, además de incidir en la importancia de la lucha contra la malnutrición, que afecta a 50 millones de mujeres y niños.