La ONU denuncia el desvío de alimentos energéticos para los niños en Sri Lanka a los combatientes del LTTE

Europa Press Sociedad
Actualizado: jueves, 12 marzo 2009 14:16

MADRID 12 Mar. (EUROPA PRESS) -

La ONU ha deplorado el desvío a los combatientes rebeldes Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE) de los suministros alimentarios terapéuticos altamente energéticos que estaban destinados a los niños ceilandeses gravemente desnutridos, informa la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.

Un comunicado publicado ayer por la oficina de la ONU en Sri Lanka afirma que fueron descubiertas en posesión de un rebelde tamil muerto galletas altamente energéticas BP-100. "La ONU deplora que estos productos destinados a salvar vidas de niños malnutridos fueran desviados de sus propósitos", señala el comunicado.

"El último envío de BP-100 fue trasladado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y con todas las autorizaciones del Gobierno al los directores de los servicios sanitarios del Ministerio de Sanidad Regional en Kilinochchi y Mullaitivu en junioi de 2007 para el tratamiento de niños gravemente malnutridos en estos distritos", añade el comunicado.

El La ONU también señala que "el tratamiento de la malnutrición entre los niños sigue siendo una prioridad para el Ministerio de Sanidad de Sri Lanka, UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos (PAM)".

La última evaluación de UNICEF, del 4 de marzo, subraya que los niveles nutricionales en las zonas afectadas por la guerra en Sri Lanka aún son inferiores a la media nacional. "Hay una falta grave de agua potable, alimentos, sanidad adecuada y medicamentos, y esto ha empeorado el estatus nutricional de las poblaciones afectadas, con los índices en el norte del país más altos que la media nacional", asegura este organismo.

Los fuertes enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y el LTTE en el norte del país ha obligado a miles de civiles a huir. El informe de UNICEF estima que entre 150.000 y 200.000 civiles permanecen atrapados por el enfrentamiento en una franja estrecha de unos 50 kilómetros, y que más de 36.000 han conseguido escapar hacia las zonas gubernamentales desde el pasado enero.

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