COLOMBO, 6 May. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Sri Lanka ha invitado al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, a visitar los campos en los que se asiste a más de 200.000 refugiados que han huido de los combates en el norte de la isla. El presidente ceilandés, Mahinda Rajapaksa, fue quien invitó a Ban a visitar el país en una conversación que mantuvieron ayer por teléfono. Rajapaksa ofreció a Ban la posibilidad "de ver por sí mismo la situación" de los refugiados y los planes "para su reasentamiento". Por el momento Ban no ha respondido a la invitación.
Mientras, los Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE) instaron a la ONU a escoltar un carguero de ayuda humanitaria enviado por simpatizantes de los exiliados tamiles en Reino Unido con el fin de evitar que se produzca una hambruna en la región donde continúan los enfrentamientos.
El máximo responsable de Naciones Unidas ha emplazado en varias ocasiones al Gobierno a ralentizar su ofensiva y ofrecer más alimentos y ayuda al tiempo que pide al LTTE que permita a la población civil que abandone la zona de los combates.
Sri Lanka se niega a permitir el acceso a la zona del conflicto de un equipo de evaluación, tal y como ha solicitado Ban, pero esta semana se comprometió con la ONU a destinar una partida de 50 millones de dólares (más de 37 millones de euros) a ayuda de emergencia.
Los Tigres Tamiles acusan al Ejecutivo de causar de forma deliberada una hambruna entre la población e insiste en que aquellas personas que continúan en la zona se han quedado por propia voluntad.
Por su parte, las autoridades gubernamentales aseguran que está enviando ayuda humanitaria a través de barcos con bandera del Comité Internacional de la Cruz Roja y sostienen que el LTTE no reparte alimentos a los civiles hasta que no ha abastecido a sus combatientes.
"No permitiremos a ningún barco sin autorización que entre en nuestras aguas y el Gobierno tomará cualquier acción necesaria si se produce cualquier movimiento", amenazó el portavoz del Ejército, Udaya Nanayakara. Sri Lanka se sigue negando a declarar una tregua al estimar que los Tigres Tamiles ya han provocado en otras ocasiones crisis humanitarias para ganar tiempo y rearmarse.
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