Actualizado 02/09/2009 13:52

Rabinos israelíes advierten a los judíos que vendan terrenos a los árabes que serán apartados en las oraciones


MADRID, 2 Sep. (EUROPA PRESS) -

A un judío que venda sus tierras a un árabe en Israel no se le debería permitir conducir las oraciones en la sinagoga, como tampoco realizar una bendición durante la lectura de la Torá y es considerado como cómplice de los enemigos de Israel, de acuerdo con una decisión emitida anoche por un grupo de rabinos que se hace llamar 'El nuevo sanedrín'.

Un portavoz del grupo, el profesor Hillel Weiss, indicó que mientras el vendedor de la tierra a los árabes está ayudando a los enemigos del pueblo judío, esto no significa que sea culpable de un pecado que conlleva la pena de muerte, según recoge el diario israelí 'The Jerusalem Post'.

Los rabinos que participaron en una reunión que tuvo lugar anoche en un vecindario de la capital, Pisgat Ze'ev, explicaron en su decisión el origen histórico. "Durante los últimos años, ha aumentado un fenómenos en el cual los árabes están comprando casas y tierras en barrios judíos y, de esta forma, están haciéndose con estos vecindarios", señala un comunicado.

Fuentes cercanas al sanedrín manifiestan que la decisión es una respuesta a la venta de tierras y apartamentos en diferentes barrios de Jerusalén a los árabes. El muro de seguridad que se está completando en Jerusalén y que separa las zonas palestinas y judías puede ser también una parte del motivo para que se haya producido un aumento en la demanda de los árabes para comprar casas en los vecindarios judíos, puesto que muchos de ellos no quieren estar en el lado equivocado de la barrera, opina el diario.

Uno de los rabinos presente en la reunión, Samuel Eliyahu --que aseguró que no había firmado la decisión--, explicó que el fenómeno de los árabes que compran terrenos propiedad de los judíos ha crecido como resultado de los fondos europeos y saudíes que apoyan este hecho.

"Cada comunidad tiene el derecho a usar sanciones contra los miembros que venden tierra a los árabes", detalló este rabino. "El influjo de árabes en los vecindarios judíos hace descender el valor de las casas e introduce influencias culturales negativas, un judío que facilita este hecho está transgrediendo el mandamiento de amar a su prójimo como a sí mismo, incluso si él sólo les alquila el apartamento", aseveró Eliyahu.

Eliyahu afirmó que en su ciudad, Safed, un judío que hizo este tipo de transacción a un árabe fue boicoteado por la propia comunidad. "Tenía una tienda de comestibles, y la comunidad la boicoteó", aseguró.