NAIROBI 25 Feb. (Reuters/EP) -
El relator especial de la ONU sobre ejecuciones sumarias, extrajudiciales y arbitrarias, Philip Alston, pidió hoy la destitución del jefe de Policía keniano, Hussein Ali, y la dimisión del fiscal general, Amos Wako, por las muertes realizadas a mano de las fuerzas de seguridad.
Alston hizo estas recomendaciones en las conclusiones de un informe sobre las muertes de 500 sospechosos de pertenecer a la banda criminal de los Mungiki, prohibida en el país; 400 manifestantes políticos durante la crisis postelectoral que sacudió el país el año pasado, y 200 presuntos rebeldes de la región occidental del monte Elgon.
"He recibido testimonios aplastantes de que existe en Kenia una estragia sistemática, generalizada y bien planeada para ejecutar a sujetos, y llevada a cabo por la Policía", declaró sobre la presunta muerte de cerca de 500 presuntos miembros de Mungiki. "La Policía de Kenia es una ley en sí misma. Matan a menudo, con impunidad", añadió Alston.
Alston también manifestó que su visita de diez días había respaldado las informaciones de los testigos y de los grupos defensores de los Derechos Humanos sobre estos asesinatos, el tiroteo ilegal de decenas de ellos durante la violencia postelectoral que sacudió al país el año pasado y que torturó a cientos durante una ofensiva contra los rebeldes en la región del monte Elgon.
"No hay ninguna responsabilidad interna, la Policía que cometió esos asesinatos son los mismos que los investigan", declaró Alston en una rueda de prensa, en la que acusó al comisario de Policía Ali de "obstaculizar" su investigación y puso como ejemplo la respuesta que recibió a la pregunta de la cifra total de policías en el país con la frase "inmediatamente no disponible".
"Cualquier compromiso serio para poner fin a la impunidad que reina actualmente en relación a las muertes sistemáticas y generalizadas por la Policía debería comenzar con la dimisión inmediata del comisario de Policía", aseguró Alson. "Parece que él y sus compañeros son las únicas personas en todo el país que creen estas reivindicaciones", añadió, en referencia a la negativa de las muertes extrajudiciales.
El relator de la ONU también criticó al jefe de Policía por no proporcionarle ningún tipo de información como respuesta a las acusaciones que realizó contra su fuerza, mientras que respecto del fiscal general, declaró que "es la personificación del fenómeno de la impunidad en Kenia".
La petición de Alston se une a la que realizó la Comisión Nacional de Kenia para los Derechos Humanos, que también solicitó la dimisión del jefe de Policía después de la emisión de un vídeo donde un oficial de policía, ahora fallecido, describe la ejecución de sospechosos.
Esta organización emitió un vídeo esta semana hecho por el policía Bernard Kiriinya, donde describe que vio a oficiales ejecutar a 58 personas, la mayor parte sospechosa de ser miembros de un grupo criminal prohibido en Kenia, la banda Mungiki. En el vídeo, emitido por los medios locales, Kiriinya asegura que algunos oficiales le dijeron que estaban trabajando bajo las órdenes del comisario de Policía Hussein Ali. Kiriinya fue asesinado a finales del año pasado, según esta organización, quien está pidiendo la dimisión de Ali.