Actualizado 12/02/2009 19:08

El relator de la ONU contra la Tortura pide a los Gobiernos europeos que acojan a prisioneros de Guantánamo

NUEVA YORK, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -

El relator de la ONU contra la Tortura, Manfred Nowak, ha pedido a los Gobiernos europeos que acojan a algunos de los prisioneros "inocentes o no peligrosos" del centro de detención de la base estadounidense de Guantánamo, ya que "no pueden ser enviados a sus países de origen porque existen graves riesgos de tortura o de violaciones de Derechos Humanos", según informó hoy el centro de noticias de la ONU.

"Está muy claro que no todos pueden ser simplemente liberados en Estados Unidos de América", señaló Nowak durante una entrevista a la Radio de Naciones Unidas. "Algunos de los detenidos son inocentes o no son peligrosos, y no deben estar durante años en régimen de detención arbitraria", añadió el relator.

El relator explicó que en 2006 había comenzado a contactar con diversos gobiernos, sobre todo europeos, para convencerlos de que aceptaran asumir esa responsabilidad. Asimismo, defendió el envío de una misión a Guantánamo para entrevistarse de manera individual con cada detenido, a fin de determinar si quiere regresar a su país de origen.

"Hay otro grupo de prisioneros que debería ser trasladado a Estados Unidos para ser sometido a la justicia, pero ante los tribunales ordinarios del país, mientras que hay otra categoría de personas que no van a ser sometidas a juicio porque no hay suficientes pruebas contra ellas", explicó.

"No han cometido actos terroristas, y al mismo tiempo no pueden ser enviadas a sus países de origen porque existen graves riesgos de tortura o de violaciones de Derechos Humanos", indicó Nowak, quien agregó que los Gobiernos europeos, en su calidad de aliados de Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo, tienen la obligación de acoger a estas personas, que no son más de un centenar.

En cuanto al presunto uso de la tortura contra los detenidos de Guantánamo, Nowak destacó que se debe hacer una investigación independiente de los hechos, porque no todos fueron sometidos a esa práctica. Las modalidades de esa investigación deben ser definidas por las autoridades estadounidenses.

"Si en función de esta investigación, Estados Unidos admite que hubo tortura, se deben tomar las medidas necesarias, conforme a la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura", puntualizó el relator, que recordó que todas las víctimas de tortura tienen derecho a una reparación, que puede consistir en rehabilitación, o en una indemnización financiera.

La Convención de la ONU contra la tortura, agregó Nowak, también impone que quienes cometieron ese tipo de actos sean llevados a la justicia penal. "Y si se establece que ciertas personas ordenaron o condonaron estas prácticas de tortura en la cadena de mando, ellas también serán responsabilizadas", concluyó el relator.