MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Comisión de Sanidad y Consumo del Senado aprobó hoy un documento en el que recomienda que se estudien las patologías que más afectan a las mujeres, como la fibromialgia y osteoporosis, con el objetivo de acabar con la desigualdad entre hombres y mujeres en el ámbito de la salud.
El texto, aprobado con el apoyo de todos los grupos, asegura que "existe una ausencia de investigación específica en la salud de las mujeres", ya que dos terceras partes de las investigaciones clínicas se realiza en varones, lo que genera "falta de datos específicos" sobre la salud de las mujeres.
El informe, que busca fomentar la igualdad de género en el terreno sanitario, destaca que las mujeres viven más que los hombres pero "tienen una salud más deficitaria y viven peor".
Asimismo, las formaciones políticas critican que en el aspecto médico "se perpetúan estereotipos como la debilidad de la mujer o la mayor predisposición de éstas a depresiones", y añaden que "la mujer drogadicta recibe peores consecuencias sociales que el hombre en las mismas condiciones".
En el ámbito de las relaciones laborales, los grupos señalan que las "políticas de igualdad de oportunidades en el empleo deben ir acompañadas de políticas efectivas de conciliación entre vida familiar y laboral".
Igualmente, el texto aboga por la "flexibilidad horaria" y asevera que "los servicios y ayudas sociales para el cuidado de los niños y los ancianos son medidas esenciales para la consecución de la igualdad de oportunidades en el mercado de trabajo".
Además, el documento pide que se incluya "como accidente de trabajo los accidentes domésticos por utilización de productos químicos", y agrega que las "mujeres ocupadas tienen mejor estado de salud que las amas de casa".
Del mismo modo, los partidos destacan que ellas asumen "de forma mayoritaria el papel de cuidadores principales" de los familiares con alguna dependencia y solicita que se desarrollen acciones dirigidas a fomentar la distribución equitativa del trabajo doméstico.
Finalmente, el informe pide que se desarrollen programas y protocolos para profesionales sanitarios de atención primaria con el objetivo de detectar casos de violencia de género.
