Barroso esquiva el debate sobre la presencia de símbolos religiosos en lugares públicos
BRUSELAS, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, de la Eurocámara, Jerzy Buzek, y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, mantuvieron este lunes una reunión en la sede del Ejecutivo comunitario con una veintena de altos representantes la religión cristiana, judía y musulmana, así como de comunidades hinduistas, para abordar la lucha contra la pobreza y la exclusión social. Se trata de la sexta edición de un encuentro que se celebra todos los años desde 2005.
En una rueda de prensa ofrecida por los tres representantes de las instituciones comunitarias junto a los líderes religiosos, Barroso elogió el papel de las Iglesias a la hora de proporcionar servicios sociales en los diferentes Estados miembros y abogó por impulsar un acceso igualitario a la educación, garantizar que todo el mundo tiene la posibilidad de encontrar un trabajo y lograr una sostenibilidad no sólo económica sino también social.
Además, puso de relieve que todos los participantes en el encuentro se mostraron de acuerdo en que un crecimiento "inclusivo" no se puede lograr sin tener en cuenta las necesidades de los 84 millones de europeos que viven en riesgo de pobreza, muchos de ellos niños y jóvenes.
"La actual situación en muchas zonas de Europa es dramática e inaceptable. No se debe dejar nadie atrás", dijo Barroso, que tildó de cuestión "ética y de dignidad" la lucha contra la pobreza y la exclusión.
Buzek, por su parte, subrayó que la promesa de "una vida mejor para todos" debe de estar siempre en el "corazón" del proyecto europeo. "Y no debe de ser sólo una promesa. Debemos encontrar la vía para luchar contra los problemas reales y ayudar a la gente", dijo.
En este sentido, recordó que la crisis económica es "también" una crisis "de valores". "En tiempos de crisis, recuperar la seguridad económica y social es nuestra primera prioridad. Las Iglesias tienen al respecto un papel crucial", agregó.
En la misma línea se manifestó el presidente permanente del Consejo, quien destacó que las causas de la pobreza no son solamente económicas o están ligadas a la crisis sino que evidencian una crisis de valores. "La crisis financiera remite a una crisis de valores. Las causas de la pobreza son también de orden social, por ejemplo debido a la ausencia de capital social y de vínculos sociales. La UE tiene que ser una unión de valores", resumió.
Por otro lado, la Comisión Europea evitó pronunciarse sobre el debate en torno a los símbolos religiosos en espacios públicos que tiene lugar en numerosos Estados miembros, alegando que no es una competencia europea. "Como presidente de la Comisión Europea no voy a entrar a valorarlo. No le corresponde a la UE dictar cuál debe de ser la respuesta", se limitó a responder Barroso cuando se le preguntó al respecto.
