Piden redes de apoyo y programas de formación para promover el emprendimiento como opción viable y no sólo contra la exclusión laboral
MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
Más del 20% de las personas con discapacidad muestran interés en emprender en España, aunque en la mayoría de los casos lo hacen por necesidad ante la falta de oportunidades laborales en el mercado tradicional, según se desprende del informe 'Emprender con discapacidad en España', elaborado por la Fundación ONCE y el Observatorio del Emprendimiento en España (GEM) con motivo del Día Mundial del Emprendimiento, que se celebra este 16 de abril.
Como han explicado sus impulsores, el informe analiza la situación del autoempleo entre personas con discapacidad y evidencia su interés emprendedor y las barreras estructurales que enfrentan. Por ello, los impulsores del estudio reclaman redes de apoyo y programas de formación que promuevan el emprendimiento como una opción viable y no sólo como alternativa a la exclusión laboral.
El trabajo forma parte del proyecto Global Entrepreneurship Monitor (GEM), principal fuente internacional para el análisis del emprendimiento, que en la edición de 2023 incorporó la perspectiva de discapacidad. De esta forma, de las más de 30.000 entrevistas de esta macroencuesta del año pasado en España, más de 1.700 corresponden a personas con discapacidad.
Con esos resultados, el estudio revela que el 12% de las personas con discapacidad se encuentran inmersas actualmente en alguna actividad emprendedora. A ello hay que añadir un 9,7% adicional que señala su interés de hacerlo en los próximos tres años. Sin embargo, en comparación con las personas sin discapacidad, las que viven con discapacidad tienen una menor intención emprendedora y consolidan menos negocios que los emprendedores sin discapacidad.
Según los impulsores del trabajo, el emprendimiento se entiende como un proceso en tres etapas: potencialidad o intención, nuevo (hasta 3,5 años) y consolidado. De este modo, se puede observar que la intención de emprender en los próximos tres años en las personas con discapacidad (9,7%) es inferior al de las personas sin discapacidad, que se sitúa en el 11,2%.
Por su parte, del 12% que se encuentran desarrollando algún tipo de actividad emprendedora, el 7,5% no superan todavía los 3,5 años de vida, mientras que el 4,5% restante cuentan con iniciativas ya consolidadas en el mercado. El porcentaje de personas sin discapacidad que están presentes en iniciativas consolidadas alcanza el 6,9%.
El informe revela el bajo nivel de emprendimiento en este colectivo pues, a pesar de que las personas con discapacidad representan más del 6% de la población en edad laboral en España, las cifras de emprendimiento siguen siendo bajas en comparación con personas sin discapacidad, lo que, añade el documento, refleja importantes barreras estructurales.
Respecto a la motivación por necesidad, el informe revela que el 57,6% de las personas con discapacidad que emprenden lo hacen por necesidad, debido a la escasez de oportunidades laborales en el mercado tradicional, frente al 35,6% que lo hacen para crear riqueza o generar altos ingresos.
Las personas con discapacidad se enfrentan, además, a mayores dificultades para acceder a fuentes de financiación: utilizan menos ahorros personales en comparación con personas sin discapacidad y dependen más de otras fuentes, como amigos y apoyo público. Además del acceso limitado a la financiación, señalan la falta de redes de apoyo, la escasa formación adaptada y los prejuicios sociales.
Lo que también constata el estudio es que las personas con discapacidad tienen una mayor tasa de abandono en sus iniciativas emprendedoras, del 5,7% frente al 1,9% en personas sin discapacidad. También que entre las personas con discapacidad con espíritu emprendedor en España hay una mayor presencia de hombres y de menores de 35 años.
Además, es más frecuente que tengan estudios de Educación Secundaria o Formación Profesional, con una menor presencia de aquellos con formación superior en comparación con las personas emprendedoras sin discapacidad.
A pesar de los desafíos, el 37,3% de las personas con discapacidad perciben oportunidades para emprender en los próximos seis meses, una cifra más alta que la de personas sin discapacidad (30,2%). En cuanto a la innovación, uso de la tecnología, sostenibilidad e impacto social, la mayoría perciben que sus productos son innovadores y que tienen en cuenta los impactos sociales. Sin embargo, un pequeño porcentaje adopta tecnologías digitales en sus negocios y menos de la mitad tienen en cuenta el impacto medioambiental.
RECOMENDACIONES
Según señalan los autores del informe, con el fin de promover el emprendimiento como una opción viable y no solo como alternativa a la exclusión laboral, instan a la necesidad de impulsar redes de apoyo, fortalecer espacios de networking y desarrollar programas de mentoría; diseñar programas de formación desde la educación secundaria y la formación profesional que fortalezca su educación financiera, y facilitar el acceso a financiación adaptada a sus necesidades.
Entre otras recomendaciones, también proponen sensibilizar a la sociedad sobre el potencial de las personas con discapacidad y fomentar una cultura de apoyo a sus iniciativas emprendedoras; implementar estrategias que promuevan la formación en competencias digitales y faciliten el acceso a tecnologías accesibles y herramientas digitales, y fomentar la adopción de prácticas empresariales sostenibles que contemplen la sostenibilidad y la responsabilidad social.
Por último, proponen aprovechar el potencial de las entidades especializadas en apoyo al emprendimiento y diseñar estrategias integrales que faciliten el acceso y consolidación de los emprendimientos.
El Día Mundial del Emprendimiento pretende reconocer a las personas que se atreven a emprender con el fin de impulsar el espíritu emprendedor y fomentar la generación de ideas y su puesta en marcha, además de potenciar y dar visibilidad a la iniciativa empresarial y la innovación.