Actualizado 04/05/2007 20:06

Argentina.- Mapfre defiende el funcionamiento de la RSC como la Declaración Universal de los Derechos Humanos

En cuanto a la idea de comunicar la RSE, Juan José Almagro apuesta por tener un tipo de comunicación "para cada público de la empresa"


MADRID, 4 May. (EUROPA PRESS) -

El director general de Comunicación y Responsabilidasd Social de Mapfre, Juan José Almagró, defendió esta semana durante una visita a Buenos Aires (Argentina) que el funcionamiento de la RSC "debe ser similar a la Declaración Universal de los Derechos Humanos", según explicó en una entrevista concedida a la publicación 'ComunicaRSE'.

Almagro, que disertó en esta entrevista sobre el estado de la RSE en Europa y América Latina, la evolución conceptual y su definición, el rol de los sindicatos o los componentes de una buena comunicación, señaló así que la RSE "deberá lograr con las empresas lo que la Declaración Universal de los Derechos Humanos aún no ha logrado con las Naciones".

Pese a que consideró que la RSE se consolida a nivel mundial "existe una deuda pendiente con su definición y alcance conceptual". "Tenemos que ponernos de acuerdo en qué es la RSE", afirmó, resaltando la importancia del término social en la definición, ya que "las empresas tienen un rol social". Sin embargo, la palabra 'corporativa', añadió, "me parece que no refleja con exactitud a todas las empresas".

Según su visión, la RSE tienen tres componente fundamentales. El buen gobierno corporativo y un respeto por la ley y la ética que constituyen el punto de partida de cualquier responsabilidad social.

El segundo, está vinculado con una relación de equidad con los distintos grupos de interés.

"Es indispensable hacer un mapa de los grupos que están relacionados con la empresa", recomendó. El último aspecto tiene que ver con lo social y con el involucramiento de la empresa en las problemáticas de su entorno. "En definitiva, estamos hablando de una nueva forma de gestión basada en valores", destacó.

"Es evidente que la RSE ha dejado de ser una moda, y hoy es una tendencia que se profundiza", afirmó, al mismo tiempo que identificó como indicadores de este crecimiento que "cada vez hay más foros y medios especializados". Además, también subrayó el hecho de que los Gobiernos "están también notoriamente más involucrados".

La visión de Almagro con respecto a los intentos de legislación en RSE es contundente. A su juicio, el Gobierno debe limitarse a establecer un sistema de incentivos económicos y fiscales para facilitar que las empresas tengan conductas responsables, "pero nunca fijar normativas que las obliguen".

En cuanto al papel de los sindicatos, Almagro señaló que "es una lástima que éstos no se hayan involucrado en la RSE por desconfianza", ya que, "ahora que el proceso está en marcha y es irreversible deberán hacerlo de cualquier forma".

Asimismo, se mostró optimista sobre la efectividad de la nueva legislación española de integración de la diversidad en la empresa, la Ley de Igualdad, que a su juicio se inspira en normativas existentes, pero que viene a darle "un nuevo impulso político que es muy saludable".

COMUNICAR LA RSE

Preguntado por los riesgos de la comunicación de la RSE, Almagro recomendó tener un tipo de comunicación "para cada público de la empresa". "No es lo mismo relacionarse con la opinión pública que con los empleados", afirmó. N"no creo en la comunicación con apellido, ni tampoco en el maquillaje", dijo. "Las empresas debemos apelar al servicio público con compromiso y a la transparencia", sentenció en este sentido.

En cuanto al nivel de desarrollo de la RSE en Europa y América Latina, Almagro no detectó grandes diferencias y destacó países como Chile, Argentina, Brasil o México, donde se está avanzado al mismo nivel.

Finalmente, no consideró que el sector de los seguros tenga un desafío particular con respecto a su responsabilidad social. "Creo que las empresas de seguros ya somos solidarias, ahora tenemos que demostrárselo a la sociedad", concluyó.