Actualizado 01/08/2007 14:32

Business in the Community cree que la empresa "no puede operar aislada" y apuesta por implicarla en la educación


MADRID, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Director de Desarrollo Internacional de la organización británica Business in the Community (BITC), David Halley, defendió recientemente en la ciudad argentina de Córdoba la importancia de la participación del mundo de los negocios en la vida comunitaria, partiendo de la premisa de que "una empresa no pueden operar en aislamiento", sino que "depende de la infraestructura social para hacer negocios y ello incluye la existencia de un buen sistema educativo".

Halley, que estuvo acompañado de la responsable del Programa de Voluntariado Corporativo 'ENGAGE' de esta institución con sede en Londres, María José Subiela, explicó durante una conferencia magistral organizada por el Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresarial (IARSE), que sin una educación, y la implicación de las empresas en ello, no será posible la contratación de empleados adecuadamente formados.

Durante el acto --que contó, entre otros, con el apoyo de Fundación Arcor, Fundación Avina, Fundación Minetti, la Bolsa de Comercio de Córdoba, la Cámara de Industriales Metalúrgicos, el Colegio Universitario de Periodismo, o la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE)--, se recordaron datos sobre educación en el país como que el 23% de los jóvenes entre 12 y 18 años en núcleos urbanos no acude a clase, según la Encuesta de Deuda Social Argentina del Departamento de Investigación Institucional de la Universidad Católica Argentina (UCA).

Este porcentaje baja al 2% en el estrato medio-alto (clases medias profesionales), y asciende al 32% en el estrato socioeconómico más bajo. Pero las desigualdades educativas no se limitan a las situaciones de exclusión del sistema de educación, sino que se manifiestan también en el acceso socialmente diferenciado a una educación de calidad.

Ante estos datos organizaciones empresariales y centros de investigación alertan de las crecientes dificultades a las que se enfrentan las empresas en este período de expansión económica para encontrar operarios, empleados y funcionarios suficientemente calificados. La demanda crece más rápido que la oferta.

De ahí la importancia que achacaron Halley y Subiela a la educación y la necesidad de participación del mundo de los negocios en el campo de la educación, mediante iniciativas que permitan la transferencia de capacidades, destrezas, recursos y fundamentalmente "el compromiso de voluntarios corporativos en iniciativas cuyos resultados son beneficiosos para todas las partes interesadas".

A su juicio, "el reto pasa por el contar con organizaciones que con profesionalidad sepan actuar como articuladores, facilitadores y puentes para viabilizar una mayor participación del sector privado en iniciativas concretas y efectivas que generen impacto, beneficios compartidos para todos y aprendizaje a partir de la acción".