Actualizado 14/02/2012 16:03

Desarrollan una autopista que a través de resonancia magnética carga los coches eléctricos que circulan por ella

Vehículo Eléctrico
EUROPA PRESS/MOVAND


MADRID, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -

Un equipo de científicos de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) ha desarrollado una autopista que, a través de resonancia magnética, va recargando los coches eléctricos que circulan sobre ella. Se trata de un proyecto que todavía está en fase de laboratorio, pero los expertos aseguran que podría estar en marcha en varios años y que supondrá una "revolución" en el transporte terrestre.

Los científicos han señalado que la tecnología utilizada se ha bautizado como "transferencia inalámbrica de energía a vehículos en movimiento". Uno de los directores de este proyecto, Richard Sassoon, ha señalado a la BBC que el equipo se ha basado en un experimento que ya se había realizado en el Instituto de Technología Massachusets (MTI) en el que se había logrado transferir la energía que consume una bombilla (más o menos 60 vatios) a través de una distancia de unos 50 centímetros.

En este sentido, Sassoon ha señalado que el nuevo estudio "ha mejorado la eficiencia de esa transferencia al 97 por ciento y sobre una distancia de dos metros" de manera que los conductores de coches eléctricos "pueden salir con el coche cuando quieran, desde donde quieran y hasta que quieran".

En la investigación se ha utilizado la resonancia magnética para transferir la energía de un emisor a un receptor con frecuencias magnéticas sincronizadas. Según han explicado los expertos, la idea es que un auto eléctrico con una bobina receptora se vaya cargando a medida que pasa por una autopista o carretera que tenga una red de bobinas emisoras de energía bajo su superficie.

De este modo se resolvería el problema de la distancia que pueden rodar los coches eléctricos de hoy en día proveyéndolos, que tienen una carga limitada.

Sin embargo, esta innovación todavía tiene algunos flecos sueltos, Así, antes de que se pueda producir un prototipo, los científicos deberán resolver cómo evitar que la transferencia inalámbrica de energía afecte a seres humanos y otros equipos y artículos sensibles al magnetismo.

La clave de la sincronización de la resonancia magnética es que se crea un circuito en el que solo pueden operar las cosas que tengan esa frecuencia. Así que habría que buscar una que no pueda afectar humanos de demás artículos sensibles, señalan los expertos.

Del mismo modo, preocupa la transferencia porque "una eficiencia de 97 por ciento quiere decir que se está perdiendo un 3 por ciento de energía", según ha apuntado Sassoon, que ha añadido que "si es en calor no sería perjudicial, pero hay que saber cómo se pierde y cómo se podría reutilizar".