Actualizado 01/07/2009 18:46

RSC.-La UPV es la primera universidad española reconocida con el EMAS por su política ambiental, que ahorra un 20% de energía

La institución aplicará también el plan de sostenibilidad en el campus Vera II, que incluirá senderos, mejora de acequias y jardines

VALENCIA, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Universidad Politécnica de Valencia (UPV) es la primera universidad española y de las grandes instituciones académicas europeas que obtiene el EMAS, el certificado europeo de mayor nivel de compromiso ambiental. La entidad valenciana recibió hoy este reconocimiento a su política a favor del medio ambiente, con la que ha logrado reducir en un año alrededor de un 20 por ciento su consumo energético.

Así lo aseguró hoy el rector de la UPV, Juan Juliá, que recibió de manos del conseller de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, José Ramón García Antón, este certificado que otorga la Unión Europea.

La Politécnica se ha adherido voluntariamente a este reglamento para "afianzar su compromiso con la sostenibilidad", que se inició con al aprobación, por parte del Consejo de Gobierno, de la primera Política Ambiental de la UPV en el año 1999. Este compromiso quedó además plasmado en el Plan Estratégico de la universidad 2007-2014, en el que se establecía el objetivo de implantar y certificar un sistema de gestión ambiental en el cien por cien de las unidades para 2010, algo que se materializado casi dos años antes de lo previsto.

La política de la UPV se marca unas metas anuales que le han llevado a lograr esta distinción, que se suma a la ISO 14001 con el que ya contaba a institución. Entre ellas, figura la disminución en 2008 del consumo energético entre un 15 y un 25% respecto a 2007 y la exigencia a las empresas con las que contrata la UPV de un sistema de gestión medioambiental y cumplimiento de toda la normativa de tratamiento de residuos y contaminación.

Juliá destacó la importancia de estas iniciativas, sobre todo en un momento en el que "se prevé que el coste energético va a subir por el precio de las tarifas", dijo.

Asimismo, para la obtención de esta distinción se han revisado más de 200 unidades, entre escuelas, departamentos, servicios y estructuras de investigación y se han verificado más de 500 requisitos legales. Todo este trabajo ha sido sometido a diversas revisiones, entre ellas la auditoría externa llevada a cabo por Aenor.

Esta acción en pro de la sostenibilidad se quiere continuar en el proyecto del Campus Vera II de ampliación de la UPV. Al respecto, Juliá expresó el deseo de la universidad de que el futuro campus --del que no todavía no existe borrador del plan director-- se haga "de la mano de las administraciones, particularmente de al Generalitat y del Ayuntamiento de Valencia y de los ciudadanos que viven en la huerta".

El rector recordó su compromiso de gobierno de que la instalaciones se harán con una fórmula de sostenibilidad "y en la medida de lo posible con el sostenimiento de ese espacio paisajístico de gran valor", con lo que se descarta el uso de parque industrial. "La comunidad universitaria ha manifestado en las pasadas elecciones cuál era su sentir" en este punto, aseveró.

CONVERSACIONES

En este momento, avanzó, se están planteando "muchas actividades" de las que se va a hablar hoy mismo en conversaciones con las administraciones local y autonómica.

Juliá subrayó que el proyecto está concebido para "el disfrute de todos los ciudadanos". En este sentido, la UPV exhibe con motivo de la concesión del EMAS una exposición en la que se adelantan algunos de los servicios que se pretenden instalar en ese espacio, como senderos, paseos por la huerta, mejora de las acequias, rehabilitación de alquerías, jardines, edificios de uso docente e investigador, guardería, agromuseo y el banco de germoplasma.

Por su parte, el conseller de Medio Ambiente destacó su satisfacción por que sea una universidad valenciana la primera en obtener esta certificación ambiental en España. Por ello, agradeció a sus responsables el haber decidido asumir la "complejidad" que supone estas acciones en una comunidad educativa con más de 40.000 personas.

Para García Antón, "lo importante es que con este tipo de políticas se entra de forma contundente en el compromiso de aplicar la sostenibilidad a las actividades de impacto ambiental".