El Hospital de Vame ha atendido a 6.000 pacientes

SEVILLA, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -

   El Hospital de Día Médico-Quirúrgico de Valme, de Sevilla, ha atendido a 6.000 pacientes que han visto incrementada la eficiencia en la atención desde la puesta en funcionamiento en 2013 de un recurso que mejora la accesibilidad y el 'confort' de los pacientes que precisan de una cirugía para la cual no es necesario el ingreso hospitalario.

   En un comunicado, la Consejería de Salud ha explicado que, tras dos años y medio de funcionamiento, el Hospital de Día Médico-Quirúrgico de Valme se ha consolidado a través de esta alternativa a la hospitalización convencional y en la que se han atendido a 6.000 pacientes que han visto "incrementada la eficiencia en la atención".

   En este sentido, al estar dirigido a cualquier cirugía en régimen ambulatorio para cuya preparación y recuperación no es necesario el ingreso hospitalario, las especialidades quirúrgicas que se atienden a través de este recurso son muy diversas.

   Así, los procedimientos que destacan son las intervenciones de cataratas y el quirófano de la Unidad del dolor, seguidos de cirugía general, traumatología y cirugía vascular. También presta apoyo a pacientes de otras Unidades de Gestión Clínicas Médicas como cardiología y digestivo.

   El Hospital de Día Médico-Quirúrgico de Valme está ubicado en la primera planta, en instalaciones que anteriormente ocupaba la antigua Unidad de Cuidados Intensivos. Depende de la Unidad de Recuperación Post-anestésica, perteneciente a la Unidad de Gestión Clínica de Anestesiología y Reanimación.

   En este sentido, consta de once puestos asistenciales distribuidos en ocho boxes, cinco de ellos con camas y tres con sillones para patologías más banales. Su funcionamiento se desarrolla de lunes a jueves en horario de mañana y tarde.

   Según la Consejería, las ventajas de esta modalidad asistencial para los ciudadanos son numerosas, dado que "ven optimizada tanto la eficiencia como la calidad de la respuesta sanitaria como consecuencia de una mejora del circuito de acceso y alta del paciente en el hospital, en consonancia con su patología.

   Fruto de ello se evitan ingresos innecesarios y se disminuye el tiempo de estancia hospitalaria para procesos quirúrgicos ambulatorios. Además, esta dinámica contribuye a reducir los potenciales efectos adversos inherentes a la hospitalización, como son las infecciones nosocomiales, y mejora la confortabilidad de los pacientes.