BILBAO, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
La portavoz de la Presidencia de Ezker Batua-Berdeak, Isabel Salud, considera una "pésima noticia" la próxima subida del IVA, y advirtió al PSE-EE y a PNV, cuyos grupos respaldaron este incremento en el Congreso, de que serán "los culpables de la caída de la demanda en Euskadi y de las dificultades que atraviesen las familias con menos renta".
En un comunicado, Salud acusó a ambas formaciones políticas de intentar "poner parches" a la crisis económica con medidas que "perjudican, tanto a la reactivación del mercado como a las personas más desfavorecidas, en vez de afrontar el debate sobre los ingresos públicos de manera global".
"Con esta medida, se pretende que la crisis económica y la bajada de la recaudación pública la pague 'a escote' toda la ciudadanía, cuando no la ha generado ésta y, además, se han bajado impuestos a las rentas más altas a través del descenso del Impuesto de Sociedades, el IRPF o la eliminación del Impuesto sobre el Patrimonio", denunció.
La dirigente de EB recordó que el IVA es un impuesto indirecto que grava el consumo, "incrementando los precios finales de bienes y servicios", lo que "resulta totalmente contraproducente en un contexto de crisis económica, caracterizado por una fuerte caída de la demanda de productos y, por consiguiente, de los niveles de facturación de las empresas".
Asimismo, señaló que, al tratarse de un impuesto indirecto que afecta por igual a toda la ciudadanía independientemente de sus ingresos, su incremento "hará más difícil llegar a fin de mes a las familias con menor renta disponible, que además coinciden con aquéllas en las que la mayoría de sus miembros se encuentran en situación de desempleo".
Del mismo modo, indicó que, entre los "principales perjudicados" por el aumento de este impuesto, se encuentran los ayuntamientos ya que "verán cómo se incrementa la factura final de los bienes que adquieran y los servicios que contraten", con lo que "el previsible incremento de recaudación asociado al IVA tendrá un efecto adverso, que es la subida del gasto público en general".
A su juicio, "la solución a los problemas fiscales actuales pasa por una mejora en la progresividad del IRPF, con la recuperación de los tipos impositivos del Impuesto de Sociedades y la reinstauración del Impuesto sobre Patrimonio, porque supondría un incremento de recaudación de 1.800 millones de euros a nivel estatal".
También planteó reforzar el sistema de inspección y control del fraude, que, a su entender, constituye "un verdadero robo social", de forma que afloren los rendimientos de aquellas personas que no pagan sus impuestos y que integran la denominada economía sumergida, estimada en un 20-30 por ciento del PIB".
