BILBAO, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ecosistema emprendedor vasco lidera un año más el ranking estatal, con una valoración que supera la media UE y similar a la de EEUU. Sin embargo, los valores de cultura emprendedora suponen "el mayor déficit del ecosistema emprendedor vasco" y el miedo al fracaso es el "factor barrera más importante para un impulso definitivo de la actividad emprendedora en Euskadi".
El Observatorio de Emprendimiento Vasco-Euskal Ekintzailetzaren Behatokia, EEB-OVE, ha presentado este miércoles en Bilbao los datos del nuevo informe Global Entrepreneurship Monitor Comunidad Autónoma del País Vasco 2022-2023, en el que se subraya que Euskadi se consolida como "un ecosistema emprendedor de referencia con importantes retos de impulso de cultura emprendedora". La investigación se ha basado en los datos arrojados por la encuesta realizada a más de 4.300 personas en el territorio.
El acto ha contado con la participación de María Saiz, presidenta de EEB-OVE, quien ha expuesto las principales conclusiones de esta investigación. Según este informe, se observa una mejora "generalizada y estable" de resultados del emprendimiento vasco tanto en cantidad como en calidad, y por otro parte, se subraya que, tanto en el ámbito estatal y europeo, no se consigue impulsar "de manera decidida valores de cultura emprendedora".
El estudio constata que el ecosistema emprendedor vasco lidera "un año más" el ranking estatal, con una valoración que supera la media UE y similar a la de EEUU. En concreto, los datos de actividad emprendedora muestran una "mejora generalizada" con un incremento del impulso innovador y de creación de empleo, pero los valores de cultura emprendedora suponen "el mayor déficit del ecosistema emprendedor vasco", siendo el miedo al fracaso el factor barrera más importante para lograr un impulso definitivo de la actividad emprendedora en el territorio.
En concreto, por segundo año consecutivo, Euskadi ocupa una posición de "claro liderazgo" con respecto al resto de regiones españolas, en el entorno europeo ostenta la tercera posición tras Países Bajos y Letonia y en la comparativa internacional recibe una valoración similar a la de EEUU.
En definitiva, en un año que ha mostrado una reducción generalizada de las condiciones del entorno para emprender, Euskadi "conserva estable su posición de liderazgo como contexto emprendedor a imitar, un factor de oportunidad que podría aprovecharse para la atracción de talento e iniciativas emprendedoras exitosas al territorio".
Los retos fundamentales del ecosistema emprendedor vasco suponen mantener la intensidad de impulso que se ha desarrollado de forma decidida durante los últimos años, "con especial foco en acciones de desarrollo del talento emprendedor que favorezca una mayor asunción de riesgos empresariales en la población y la legitimación del emprendimiento como una opción profesional valiosa y accesible".
DATOS
El estudio señala que la tasa de Actividad Emprendedora (TEA) en Euskadi aumenta ligeramente respecto al año anterior, ya que en 2022, un 5,2% de la población entre 18 y 64 años ha estado involucrada en la creación de un nuevo negocio de hasta 3,5 años de vida (4,9% en 2021).
Si se compara con la media histórica de este indicador desde el año 2004, la TEA 2022 en Euskadi se sitúa seis décimas porcentuales por encima de esa media (4,6%), lo que afianza "una senda estable de recuperación" tras una década de 2010 donde eran habituales tasas de actividad emprendedora por debajo del 4%.
Por otra parte, la población emprendedora en fase consolidada desciende por tercer año consecutivo hasta situarse en el 4,9%, casi dos puntos porcentuales por debajo de la media de este indicador en el periodo 2004-2022 (6,7%).
No obstante, pese a descender ligeramente respecto al año anterior, la tasa de emprendimiento potencial sigue siendo alta (7,6%) si se compara con la evolución histórica, ya que está dos puntos porcentuales por encima de esa media en el periodo 2004-2022 (5,6%).
El 1,7% de la población del País Vasco abandonó un negocio en 2022, si bien una parte significativa de estos (38,1%) siguieron funcionando bajo una nueva propiedad, lo que sitúa la tasa real de cierre en 2022 en el 1%.
El estudio destaca que se consolida la desaparición de la brecha de género en la actividad emprendedora y, respecto al perfil de la persona emprendedora en Euskadi, se mantiene estable la edad promedio de la población emprendedora en fase inicial en Euskadi, que se sitúa en 2022 en 43 años, uno menos que en 2021, si bien está tres años por encima de la media histórica en el periodo 2005-2022 (40 años).
También se consolida el progresivo envejecimiento de la población
emprendedora en fase consolidada. Con 51 años de media, está
significativamente por encima de la edad promedio en la serie histórica
2005-2022 (48 años).
En la comparativa internacional, Euskadi destaca por tener una
población emprendedora en fase inicial con una edad particularmente
avanzada. El estudio subraya el aumento de la proporción de población emprendedora (potencial y TEA) que cuenta con estudios superiores y de posgrado. Un 62,6% del TEA en Euskadi tiene estudios universitarios (58,8% en 2021). En el caso de las personas emprendedoras potenciales, esta proporción se sitúa en el 58,6% (52,6% en 2021).
Por otro lado, sigue sin descender la proporción de personas que han emprendido como vía para ganarse la vida ante la ausencia de otro trabajo (69,2%), a gran distancia del peso que representaba este motivo en el año 2019 (32,2%). Por el contrario, la creación de riqueza o la
posibilidad de generar una renta muy alta fue una razón esgrimida por
el 27,2% de la población emprendedora (34,7% en 2021), muy lejos
del 67,7% que alcanzaba en 2019.
NEGOCIOS
Sobre los negocios creados por personas que emprenden en Euskadi, se mantiene relativamente estable la distribución sectorial de los
proyectos en fase inicial. Un 62,4% se concentran alrededor de
servicios tradicionales -no intensivos en conocimiento- y casi uno de
cada cuatro negocios creados (23,3%) se basan en la prestación de
servicios intensivos en conocimiento.
Además, aumenta el peso de los proyectos de emprendimiento en el sector industrial (7,7% frente al 4,3% en 2021) y se mantienen los datos de negocios creados en el sector primario (1,3%).
El estudio señala que se incrementa la proporción del TEA que cuenta algún empleado (33,8% frente al 29,3% en 2021) y se da un "récord" en la proporción de negocios en fase inicial que cuentan con más de cinco empleados (10,6% frente a un promedio del 5,9% en el periodo 2011-2022).
Del total de empleos creados por la población emprendedora en el
último año, un 64,2% son contratos a tiempo completo y un 72,7% en
la modalidad de contratación indefinida. Además, se mantiene la proporción del TEA que espera contratar en los próximos cinco años (50,9%). Casi un 5% de la población emprendedora espera crear más de 20 empleos en ese horizonte temporal.
Por otro lado, un 34,7% de los negocios creados innova en producto/servicio, un 24,7% incorpora un nivel de innovación de alcance local y un 10% del tejido emprendedor basa sus negocios en innovaciones de escala nacional y mundial.
Por otro lado, 15.000 euros ha sido la mediana del dinero utilizado por la población emprendedora en Euskadi en sus primeros 3,5 años de vida. Un 72,6% ha utilizado ahorros personales -un 33,8% solo ha
empleado esta vía- y uno de cada cuatro (26,1%) se ha financiado
mediante aportaciones procedentes del núcleo familiar/amistades.