ELA dice que la "verdadera pretensión" de la reforma laboral es "recortar derechos", con "cesiones gratis" a patronal

Denuncia "una conspiración" entre el poder económico y político para "hacer ajustes", en la que los gobiernos "obedecen" como "títeres"

Europa Press País Vasco
Actualizado: jueves, 15 abril 2010 16:31

BILBAO, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -

ELA rechazó hoy la propuesta de reforma laboral cuya "verdadera pretensión" es, a su entender, "un recorte de los derechos laborales" y advirtió de que se hacen "cesiones gratuitas a la patronal". El sindicato denunció que supone "abaratar" el despido, aumentar la precariedad laboral y dar "mayor papel al negocio privado", por lo que consideró que "no es verdad que la patronal no esté contenta con la propuesta", aunque "siempre quiere más".

Los dirigentes de ELA Adolfo Muñoz, Mikel Noval y Janire Domínguez explicaron, en una rueda de prensa en Bilbao, la postura del sindicato en relación al segundo documento sobre la futura reforma presentado el pasado lunes y que, a su entender, supone "un desarrollo" del hecho público el pasado mes de febrero aunque "algo más concreto en algunos apartados".

Para el sindicato vasco, las propuestas planteadas suponen "facilitar y abaratar" el despido, aumentar la flexibilidad y la precariedad laboral, dar "un mayor papel al negocio privado en la intermediación del empleo" y hacer "cesiones gratuitas" a la patronal, que "en todas y cada una de las medidas propuestas sale beneficiada".

En esta línea, advirtió de que esta propuesta constituye "un paso más en la misma dirección" de las últimas reformas laborales, que "han dado lugar a un mercado de trabajo caracterizado por el desempleo, la precariedad y los bajos salarios".

En palabras de Janire Domínguez, "cada vez más" se pone en evidencia que "la verdadera pretensión" de la reforma laboral es "un recorte y empeoramiento de los derechos laborales". Para ELA, la pretensión del Ejecutivo de que la negociación concluya con "un acuerdo tripartito para conseguir un mercado de trabajo más moderno, funcional y coherente con el desarrollo de la economía" constituye un "mero reclamo publicitario".

En este sentido, señala que "el único objetivo del Gobierno en esta materia es recortar los derechos laborales y sociales" de los trabajadores y destaca que se pretende "un abaratamiento del despido" con medidas como el "contrato de fomento de contratación indefinida, que cuenta con una indemnización por despido improcedente de 33 días por año trabajado, frente a los 45 del contrato indefinido ordinario". Además, censura que se plantee "la exención de una parte de los costes extintivos de los despidos colectivos y objetivos", optando por "modelos en los que la movilidad y flexiseguridad están a la orden del día".

El sindicato también percibe una apuesta por la contratación a tiempo parcial que "será del todo precaria" y critica que se pretenda favorecer el empleo juvenil con "contratos sujetos a una exención de las cotizaciones sociales a los empresarios y salarios que no superan el Salario Mínimo Interprofesional", así como "prácticas no laborales" subvencionando a las empresas.

Del mismo modo, censura que la propuesta de modificación de la intermediación laboral "permitiendo la entrada de las agencias privadas de colocación con ánimo de lucro" y la supresión de "las restricciones a las ETT" supone avanzar en "la intención de dar mayor protagonismo y cuota de poder" a las empresas de trabajo temporal sobre los servicios públicos de empleo.

ELA denuncia que se fomenta el uso de la reducción de la jornada como "ajuste temporal de empleo", lo que conlleva "favorecer expedientes de suspensión y reducción de la jornada".

El sindicato critica que el Gobierno "da todo lo que quiere a la patronal gratis" y, en este sentido, Mikel Noval se mostró convencido de que "no es verdad que la patronal no esté contenta con la propuesta", aunque "siempre quiere más y sabe que diciéndolo prepara el camino para que en el futuro haya más reformas laborales".

"UNA CONSPIRACIÓN"

En este contexto, el secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, denunció "una conspiración" entre el poder económico y político "para hacer ajustes" con objetivos "muy claros" como "provocar una privatización en el área pública para abrir negocios al sector privado" y dar "una mayor concentración de capital", acompañado de "una concertación para atacar a los derechos laborales y sociales".

En ese "pacto de hierro", según indicó, "mandan los responsables de la crisis -el Fondo Monetario, la Banca y la Patronal- que han hecho lo que les ha dado la gana en los años de crecimiento" y ahora exigen "reformas" al poder político, mientras que los gobiernos "obedecen", actuando "como títeres".

Muñoz, para el que en el ejecutivo "mienten como bellacos" al decir que "esta reforma no lesiona ningún derecho", destacó que la prensa especializada se ha dado cuenta de que Zapatero, al que calificó de "tremendo frívolo", está produciendo "las políticas de derechas de siempre".

Además, añadió que los sindicatos CC.OO. y UGT "acompañan" en este proceso y "renuncian a levantarse de la mesa" del Diálogo Social porque están "atados a la mesa con 'Loctite' como consecuencia de la financiación pública que reciben".

El dirigente sindical manifestó que la reforma planteada tiene como objetivos "empobrecer" a los asalariados y "proteger" los beneficios empresariales, mediante "dos vías: los nuevos trabajadores y los que estamos" en el mercado laboral.

En relación a este último aspecto, censuró que se pretende "atacar" la negociación colectiva porque la patronal "nos quiere uno por uno para imponernos condiciones". En este sentido, advirtió de que la "centralización" de la negociación colectiva supone "condiciones de trabajo miserables".

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