Fiscal pide 19 años de cárcel para la pareja de Begoña Bohoyo por propinarle palizas que le causaron la muerte

Actualizado: miércoles, 24 enero 2007 16:27

Fiscalía dice que agredió a la mujer durante tres días, en los que le retuvo contra su voluntad e impidió que fuera atendida por un médico

SAN SEBASTIAN, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía de la Audiencia Nacional pide 19 años y medio de cárcel para el compañero sentimental de Begoña Bohoyo por presuntamente provocar su muerte en enero de 2006, al propinarle palizas a lo largo de tres días en el domicilio de la pareja en Hendaia (País Vasco francés), durante los que le "retuvo en contra de su voluntad, impidiendo que fuese atendida" por médicos.

El juicio por la muerte de Begoña Bohoyo, que falleció en el Hospital Donostia por una infección generalizada, deberá celebrarse en la Audiencia Nacional, al tratarse de unos hechos cometidos en el extranjero por parte de un ciudadano de nacionalidad española.

El Ministerio público acusa al procesado, Patxi Xabier A.E., de 41 años, de un delito de detención ilegal, por el que pide cinco años y medio de cárcel, y reclama otros 14 años de prisión por un delito de homicidio, según recoge la calificación fiscal a la que tuvo acceso Europa Press.

Además, solicita que se le prohíba acercarse durante cinco años a la localidad guipuzcoana en la que reside la familia de la víctima, Pasaia, y que indemnice con 500.000 euros a los hijos de Begoña Bohoyo, uno de ellos fruto de su relación con él.

ORDEN DE PROTECCION

El escrito fiscal recuerda que, debido a problemas personales, las peleas entre la pareja "eran constantes, hasta el punto de que derivaron en malos tratos" hacia la mujer, quien en abril de 2005 obtuvo una orden de protección por un juzgado de Instrucción de San Sebastián, que prohibía al procesado acercarse a ella a menos de 500 metros, ni tener cualquier tipo de contacto.

Sin embargo, esa orden quedó sin efecto el 3 de junio de 2005 a petición de Bohoyo, quien "acto continuo reinició la convivencia con el procesado". La pareja estableció su domicilio en una casa alquilada en Hendaia, en la que convivían con la hija de ambos.

El 28 de diciembre de ese mismo año, "por motivos que se desconocen", ambos iniciaron una discusión en la que el encausado comenzó a agredir a la víctima "en todo el cuerpo, dándole golpes y patadas y llegando a empujarla contra una de las ventanas del domicilio", que se rompió y le causó cortes en la cara, añade el escrito.

El fiscal denuncia que el procesado, "no contento con su criminal e inhumano comportamiento y haciendo caso omiso a los gritos y lamentos de María Begoña, que a pesar de ser escuchados por el vecindario no obtuvieron respuesta", los días 28, 29 y 30 continuó con las palizas y le retuvo en el piso.

El Ministerio Público señala que el acusado le impidió que fuese atendida de sus lesiones por los servicios médicos de la localidad, "obligándola a permanecer herida y mal cuidada en la vivienda".

INFECCION GENERALIZADA

En un momento de descuido, la víctima pudo escapar y pedir ayuda a un vecino, quien, al ver el "lamentable estado que presentaba, con la cara desfigurada y con restos de sangre seca en la misma, golpes y magulladuras por todo el cuerpo", decidió llevarla al Hospital de Hendaia.

Sin embargo, ante las peticiones de la agredida de que le llevara a San Sebastián para estar con su familia, éste accedió pero le trasladó antes a la comisaría de la Ertzaintza de Irún. El agente que les atendió, al ver el estado de la mujer, que ni siquiera podía mantenerse sentada, decidió trasladarla urgentemente al Hospital de Donostia, donde le ingresaron en la UVI.

El informe médico constató que presentaba "múltiples contusiones generalizadas" e "insuficiencia respiratoria aguda con necesidad de intubación orotraqueal y conexión a ventilación mecánica". El diagnóstico era de "cuadro de shock séptico con fracaso multiorgánico con pronóstico muy grave".

El fiscal señala que, a consecuencia de las palizas, la mujer, de 40 años, sufrió "importantes lesiones en pulmón, órganos internos y rotura de tres costillas". Tras varios días debatiéndose entre la vida y la muerte, "no pudo reponerse y falleció como consecuencia de un shock séptico generalizado y fracaso multiorgánico como expresión final de una infección generalizada, consecuencia de las agresiones sufridas" de mano de su pareja.