El instructor considera a los miembros de Batasuna autores del delito y a Ibarretxe "cooperador necesario" al invitarles a una reunión
BILBAO, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los representantes de Batasuna Arnaldo Otegi, Pernando Barrena y Juan José Petrikorena prestarán mañana declaración como imputados ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), al atribuírseles la comisión de un delito de desobediencia previsto en el artículo 556 del Código Penal -que prevé una pena de entre seis meses y un año de prisión-, por reunirse el 19 de abril de 2006 con el lehendakari, Juan José Ibarretxe.
Los dirigentes abertzales comparecerán un día antes de que el lehendakari declare también en la causa como "cooperador necesario" para que Otegi, Barrena y Petrikorena pudieran cometer este delito, al haberse entrevistado con ellos en el Palacio de Ajuria Enea para hablar de "cuestiones políticas".
El magistrado instructor de la causa, Roberto Sáiz Fernández, considera que el lehendakari, al convocar o "invitar al partido político ilegalizado para mantener una reunión política", pudo actuar como cooperador necesario, ya que, sin esta actuación por parte de Ibarretxe, "no se habría cometido presuntamente el delito de desobediencia" en calidad de autores por los representantes de la formación ilícita.
En esta línea, el juez cita el artículo 28 del Código Penal que establece que son "responsables criminalmente de los delitos sus autores y sus cómplices", y que incluye a "aquellos que cooperan" en la ejecución del hecho delictivo "con un acto sin el cual no se habría efectuado".
RONDA DE CONTACTOS
La portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate, anunció el 28 de marzo del pasado año que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, mantendría una ronda de contactos con todos los partidos, incluida Batasuna, con el fin de crear una mesa de partidos.
El 12 de abril, en una comparecencia pública, el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, anunció que el encuentro entre la formación ilegalizada e Ibarretxe se produciría el 19 de abril.
En su auto del pasado mes de junio, por el que la Sala Civil y Penal del alto Tribunal vasco admitió a trámite la querella interpuesta por el Foro de Ermua el 27 de abril de 2006 contra los ahora imputados, recordaba que el colectivo denunciante pidió al lehendakari, antes de celebrarse el encuentro con Batasuna, que "colaborara en el cumplimiento de las resoluciones judiciales e impidiera la comisión" de hechos delictivos porque la formación abertzale estaba "ilegalizada por el Tribunal Supremo por ser un instrumento de ETA".
El TSJPV subrayó que, a pesar de este "requerimiento expreso", el lehendakari se reunió con los miembros de Batasuna y que éstos fueron a la entrevista en nombre del partido ilegal "y no en el suyo propio, como personas físicas". Por ello, consideró que había indicios de que el máximo representante del Ejecutivo autónomo actuó como "cooperador necesario" porque el delito no se habría llevado a efecto sin su "consentimiento y concurso".
En esta línea, recordó que Juan José Ibarretxe tenía conocimiento de "la disolución de Batasuna por razón de ilegalización", y de que sus actividades habían sido suspendidas por la Audiencia Nacional. Por ello, ordenaba poner en marcha el procedimiento penal destinado a realizar las investigaciones necesarias para esclarecer los hechos.
FISCALIA
La causa penal ha continuado pese a la oposición manifestada en varias ocasiones por la Fiscalía vasca, que ha considerado que no había infracción penal en la reunión que mantuvo el lehendakari con los representantes de Batasuna.
El ministerio público llegó a pedir el pasado mes de diciembre el sobreseimiento y el archivo del procesamiento penal, apoyando la solicitud de Ibarretxe, después de que el Tribunal Supremo, a principios de diciembre, archivara la querella de Manos Limpias contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, el Consejo de Ministros, el secretario general del PSE-EE, Patxi López, y el coordinador de la Ejecutiva de los socialistas vascos, Rodolfo Ares, por la reunión que estos dos últimos mantuvieron el 6 de julio con miembros de la izquierda abertzale, entre ellos Arnaldo Otegi.
El TS afirmó en su auto que es "un fraude constitucional" que se intentara "corregir" la política interior y exterior" del Gobierno a través de la Justicia.
No obstante, el magistrado instructor de la causa que se sigue en el TSJPV contra el lehendakari y los dirigentes de Batasuna consideró que no es extrapolable el auto del TS a este caso, ya que los hechos y el delito que se imputa son diferentes.
En este sentido, Roberto Sáiz recordó que el delito que atribuía Manos Limpias a los dirigentes socialistas era el de desobediencia a la autoridad judicial previsto en artículo 410 del Código Penal, mientras que el que se imputa a Ibarretxe, Otegi, Barrena y Petrikorena es el de desobediencia contemplado en el 556 del Código Penal.
En respuesta a las argumentaciones de la defensa del presidente del Gobierno vasco, el magistrado dijo que el encausamiento, "en ningún caso comporta un obstáculo a la consecución de la paz cuando ésta se persigue a través de los cauces que la Constitución y el ordenamiento jurídico contemplan".
"Menos aún supone la criminalización del diálogo entre fuerzas políticas que desarrollan su actividad democrática en la legalidad y el favorecimiento a 'la vuelta una situación a la que nadie desea regresar', si es que, con tal expresión, la representación de Juan José Ibarretxe se está refiriendo a la violencia terrorista, ya que el respeto a la Ley y al ordenamiento jurídico, precisamente, son fundamento del orden político y de la paz social", señaló.
Los miembros de la Mesa Nacional de Batasuna, Arnaldo Otegi, Pernando Barrena y Juan José Petrikorena, declararán mañana, a partir de las nueve y media de la mañana, ante el TSJPV y deberán responder al interrogatorio del juez instructor, de la Fiscalía y del abogado del Foro de Ermua. Al día siguiente, día 31, comparecerá el lehendakari, también a las nueve y media de la mañana.
