UPyD rechaza el copago de servicios sanitarios y propone una mayor progresividad fiscal

BILBAO, 29 May. (EUROPA PRESS) -

El portavoz de Unión Progreso y Democracia (UPyD) del País Vasco, Gorka Maneiro, rechazó hoy "cualquier forma de copago de los servicios sanitarios y asistenciales para hacer frente a la crisis y a los ajustes". Además, pidió al lehendakari, Patxi López, "que aclare si piensa aplicar algún sistema de pago por los medicamentos a los pensionistas"

En un comunicado, Maneiro aseguró que "la vía del copago es una alternativa equivocada para hacer frente a la crisis y a los ajustes", y manifestó que su partido "rechazará de plano vías que vayan en esa línea".

El representante de UPyD recordó que el pasado día 27 de mayo, el lehendakari presentó en el pleno del Parlamento vasco el plan de ajuste para Euskadi. Entre todas las medidas anunciadas, planteó la posibilidad de que "los pensionistas ricos" paguen parte de sus recetas.

Gorka Maneiro dijo que, aunque Patxi López, "inicialmente, descartó en la primera réplica, la posibilidad de instaurar el sistema de copago", Unión, Progreso y Democracia ha presentado en el Parlamento una pregunta al lehendakari "para que aclare estos extremos y si piensa aplicar algún sistema de pago por los medicamentos a los pensionistas".

El parlamentario de UPyD añadió que "no se trata de plantear medidas que no dejan de ser simbólicas, sino de arbitrar planteamientos para eliminar el gasto superfluo, reducir el entramado institucional y los altos cargos". "Esto debe ser lo prioritario, en lugar de caminar por la reducción del gasto social o las prestaciones sanitarias", manifestó.

IMPUESTOS A LOS MÁS PUDIENTES

A su juicio, "en lugar de hacer pagar a los jubilados con mayor capacidad económica, el lehendakari lo que debe hacer es proponer en el Órgano de Coordinación Tributaria un incremento de los impuestos a los más pudientes y una mayor progresividad del sistema fiscal para hacerlo más justo y solidario".

"De esa forma, los ciudadanos con más recursos económicos pagarían más y no haría falta inventarse complejos sistemas de difícil aplicación que supondrían un ahorro escasísimo", concluyó.