Averiguar el origen de un incendio cuesta al menos 20 días de trabajo, según el Seprona

Actualizado: jueves, 10 agosto 2006 12:53

ALBURQUERQUE (BADAJOZ), 10 Ago. (EUROPA PRESS) -

Averiguar las causas de un incendio y, por tanto, facilitar la detención de los culpables puede llevar hasta 20 días de trabajo, según informó el Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) en Extremadura, que dispone de equipos de investigadores para averiguar si han sido causas naturales, imprudencias o la intencionalidad de algún desaprensivo el motivo por lo que se ha desencadenado un fuego forestal.

La primera labor de un equipo de investigación del Seprona de la Guardia Civil es acudir al lugar del suceso para recabar todo tipo de datos, tanto históricos de la zona como meteorológicos y geográficos, así como para averiguar si el incendio se ha extendido de una forma rápida o, por el contrario, ha sido lenta.

Posteriormente, tienen que estudiar los datos del incendio, los rastros que ha dejado en el suelo y hablar con los testigos del fuego. Más tarde se parcela el lugar para proceder a un examen "riguroso".

BANDERAS ROJAS Y BLANCAS

Para ello, se ayudan de pequeñas banderas rojas y blancas que indican la dirección del viento en el momento en el que la zona estaba ardiendo así como los cambios que se registraron durante el incendio, de forma que así se sabe donde comenzó. "Ahí no pisa nadie nada más que el investigador", aseguró a Europa Press Televisión el guardia e investigador José Luis Pérez, uno de los encargados en buscar pruebas e indicios del origen del fuego.

Por su parte, el sargento y miembro del equipo de investigación del Seprona, Esteban Buitrón Fernández, recalcó que todo este meticuloso trabajo tiene como objetivo "buscar el medio de ignición" y subrayó que la mayoría de los incendios que se producen en Badajoz son por negligencias, como quema de pastos o rastrojos que se descontrolan. "Aunque hay muchos por causas naturales, como los rayos", matizó.

El proceso de investigación es bastante largo y complicado, llegando a emplearse entre 15 ó 20 días para aclarar las causas en un incendio grande. Sin embargo, Buitron agregó que el proceso se alarga al tener que buscar a los posibles autores, "lo más complicado", dijo. Después habría que abrir las diligencias y poner a los posibles culpables a disposición judicial.

PREVENCIÓN

Para evitar que se llegue a este punto, el Seprona dispone de varios equipos de guardias motorizados, tanto en vehículos todoterrenos como en motocicletas, que patrullan los bosques y zonas de monte realizando labores preventivas. Ellos suelen ser los primeros que llegan al lugar de un incendio y avisan a los diferentes medios para comenzar su extinción. Además, son los que se ocupan de realizar la primera acotación del terreno.

Durante estos días de verano, para estos agentes del Seprona su caballo de batalla son las barbacoas familiares y de grupos de amigos que se realizan en el campo. Desde el 1 de julio al 15 de octubre hay un alto peligro de incendio por lo que, durante estas fechas, las barbacoas en Extremadura están prohibidas excepto en áreas autorizadas.

Una barbacoa tiene que tener unas características específicas, tales como que, además de ser una zona prevista, tenga un cortafuegos con un perímetro de 25 metros despejados además de una persona responsable que una vez terminada la barbacoa se ocupe de que quede apagada.

Sin embargo, Buitrón aclaró que estas circunstancias podrían cambiar por cuestiones meteorológicas ya que en un día con viento, están prohibidas. "No es nuestra intención aguar la fiesta, pero cuando se llega y se ve una barbacoa, se le tiene que decir a la persona que no puede encenderla por el riesgo de incendios", puntualizó.

Estos equipos de prevención del Seprona también aprovechan sus incursiones en el monte y los bosques para realizar otras inspecciones. En estos días, una de ellas es la del análisis del agua, que se realiza de forma periódica en distintos puntos de la comunidad.

Las muestras se llevan a un laboratorio oficial que se encarga de verificar todos los datos del agua. Así, desde el Seprona denunciaron que es habitual que se realicen vertidos incontrolados en los riachuelos, aunque reconocieron que, por el momento, en lo que va de año afortunadamente no se ha detectado ninguno.