CÁCERES 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
El estudio 'La violencia de género y doméstica en Extremadura (1990-2002). Análisis del fenómeno delictivo en las sentencias penales' deja en evidencia que las denuncias por malos tratos en la región han ido creciendo en la medida que se han ido poniendo más recursos a disposición de las mujeres maltratadas, aunque eso no quiere decir que hayan aumentado los casos de violencia doméstica.
Ésta es una de las principales conclusiones de este libro que fue presentado hoy en la Casa de la Mujer de Cáceres y que fue encargado por el Instituto de la Mujer de Extremadura, (IMEX), cuya directora, María José Pulido, señaló a los medios de comunicación que el estudio recoge la evolución de las sentencias judiciales que se han ido dictando en la región en esos doce años de estudio y que son analizadas en todos sus fenómenos, y avanzó que se está elaborando un segundo tomo para el período de 2002 hasta la actualidad.
El fiscal superior de Extremadura, Aurelio Blanco, y el director del equipo que ha realizado el estudio, Joaquín Cuello, acompañaron a Pulido en la presentación de este estudio en el que se han consultado 105.000 casos penales, según indicó Blanco, de los que 5.390 se han vinculado al fenómeno de la violencia de género y doméstica, lo que arroja una media anual de 415 casos.
De este dato se desprende que el 5,13 por ciento de los asuntos judiciales objeto de sentencia penal está relacionado con la violencia de género y doméstica y del total de 5.390 casos, 3.266 hechos se cometieron en la provincia de Badajoz y 2.124 en la de Cáceres.
Otra de las conclusiones del estudio, según aseveró el autor de la obra, es que el incremento progresivo de supuestos de violencia de género se ha producido paralelo al endurecimiento de las penas mediante las sucesivas reformas del Código Penal, y que los hechos con relevancia penal se concentran en el ámbito de los delitos y faltas de lesiones, maltrato, amenazas e injurias, seguidas a cierta distancia por coacciones y vejaciones injustas leves.
Cuello aseguró también que "seguramente como consecuencia de una mayor sensibilización ante este fenómeno de la sociedad en general y de la judicatura en particular, se aprecia año a año un incremento en el porcentaje de condenas sobre el total de causas incoadas". Desglosando los datos se observa un porcentaje sensiblemente superior de condenas en Cáceres (52%) frente a Badajoz (45%).
En otro apartado de las conclusiones de este estudio, y comparando el índice de absoluciones y condenas entre jueces y magistrados ponentes del sexo masculino y femenino, se asegura que "se aprecia una actitud más permisiva de la mujer, como juez, en el enjuiciamiento de este tipo de delitos, aun cuando no resulta muy significativa en términos porcentuales", agrega.
PERFIL DEL AGRESOR
Además, también según manifestó Pulido se evidencia en el estudio que "el perfil del autor de la violencia doméstica sigue siendo mayoritariamente un hombre", ya que en el 88% de los casos el agresor es un hombre, frente al 12 por ciento de los casos que se trata de una mujer, ya que a lo largo de los trece años de estudio, el número de conductas violentas masculinas se eleva a 4.021 y la de la mujer no sobrepasa los 493 casos.
Por lo que respecta a la edad del autor de la agresión, el estudio revela que "se aprecia un ligero incremento delictivo conforme aumenta la edad del autor" y en relación a la ingesta de alguna sustancia nociva, se observa que "la presencia del alcohol es la más frecuente" y así se refleja en el 10% de las sentencias estudiadas.
Finalmente, el estudio constata que el domicilio familiar es el lugar más frecuente donde se produce la agresión y que "alrededor de una cuarta parte de los casos de violencia se producen cuando ya median trámites de separación o los cónyuges se encuentran separados" y "buena parte de los casos vienen acompañados de problemas con la custodia de los hijos".