El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, comparece en el Parlamento gallego. - Álvaro Ballesteros - Europa Press
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
El primer gran debate político tras la ola de incendios del pasado mes de agosto en la Cámara, en el que ha primado la bronca, ha servido para certificar la distancia en las posturas entre el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y los jefes de los principales partidos de la oposición, Ana Pontón (BNG) y José Ramón Gómez Besteiro (PSdeG), que han coincidido en atribuirle "incompetencia" y pedir su dimisión.
Lo han hecho convirtiendo el "chaleco" amarillo de emergencias que el presidente llevaba durante la ola de fuegos en una metáfora de lo que ambos interpretan que sucedió en el mes de agosto más negro, en lo que respecta a superficie quemada, de este siglo en Galicia: un reflejo de su "incompetencia política" tapada, ha agregado Pontón, por la "manipulación" de la TVG, a la que la nacionalista se ha referido como "Tele PP".
"Su comportamiento en el mes de agosto volvió a poner de manifiesto una sombra que lo persigue desde que usted es presidente de la Xunta. Una sombra negra. La de su predecesor, Núñez Feijóo, que una y otra vez se interpone entre usted y los intereses de Galicia", ha sumado Besteiro, quien también ha ironizado con la imagen de Rueda durante la ola de incendios y su "barba en cuarto creciente".
Rueda había iniciado su intervención con una llamada a prescindir de "la demagogia irresponable" y a buscar el acuerdo, con alguna alusión a que no era la primera ola de incendios que sufría Galicia y una mención a la de 2006 en la que, ha recordado, hubo víctimas mortales. Entonces, dirigía la Xunta el bipartito de PSdeG y BNG.
También se ha referido a los incendios de 2017 y a la comisión de estudio posterior cuyo incumplimiento de recomendaciones le afea también la oposición. El presidente gallego, sin embargo, ha defendido que "casi el 90%" de las medidas están "ejecutadas o en vías de ejecución". En todo caso, se ha mostrado abierto a dar pasos para "mejorar" y ha llamado a estar "a la altura" con un aviso: "Los gallegos nos observan".
Pero en vista de las peticiones de dimisión inmediatas y de que la bronca mandaba --hubo incluso un rifirrafe entre el presidente del Parlamento, el popular Miguel Santalices, y la vicepresidenta segunda, la nacionalista Montse Prado, a cuenta de lo que cada uno de los intervinientes se había pasado en su tiempo reglado--, Rueda cambió de registro en la réplica.
Así, se preguntó qué diría Pontón si fuese él quien pusiese el foco "en su vestimenta" y preguntó con ironía: "¿Sabe por qué llevaba chaleco? Porque estaba allí". Enfrente, y en una línea de debate que prosiguió en la sesión de control posterior, echó en cara a Pontón y a Besteiro, aunque con especial intensidad a la primera, su "ausencia" durante los primeros días de la crisis incendiaria de agosto.
Dicho esto y, tras una intervención en la que expuso sus nuevas medidas, ha notificado que se propone buscar otros "aliados" para su implementación, en referencia a alcaldes, empresarios o vecinos, "sin demonizar a nadie", para avanzar en la lucha contra incendios. Con los representantes municipales tendrá que hablar para poder cumplir con alguno de los compromisos principales adquiridos relativo a la limpieza de franjas secundarias y a urgir desbroces prioritarios.
No en vanto, las palabras de Rueda llegaron a una tribuna con numerosos alcaldes y representantes municipales de PPdeG, PSdeG y BNG. Estaban los cuatro presidentes de las diputaciones y hasta el regidor de Vigo, Abel Caballero. Había, además, en torno a una veintena de alcaldes del PSOE y otros tantos populares, que sumaron algún cargo más municipal para escuchar el debate político.
Y si Armando Ojea, el diputado de Democracia Ourensana, aprovechó su intervención para denunciar de nuevo la "discriminación" a la provincia, a quien esta vez los incendios, dijo, llevaron "un paso más allá" en la metáfora de ser "la Cenicienta" de Galicia, el portavoz parlamentario del PPdeG, Alberto Pazos Couñago, no ahorró esfuerzos en atizar a la oposición mientras aplaudía a su jefe de filas "por estar donde hay que estar".
"No admito que me llame carroñero ni la hembra alfa del clan de hienas, ni el cabecilla de un comité de buitres. No admito lecciones de la oposición más desleal y más irresponsable de la historia de Galicia", ha advertido Pazos a Pontón y Besteiro.
HECTÁREAS QUEMADAS Y EL DIAGNÓSTICO DE RUEDA
En su intervención, Rueda fijó en 120.000 las hectáreas que ardieron en Galicia en la gran ola de incendios de agosto, aunque luego fuentes de su entorno matizaron que la cifra exacta computada en este momento ronda las 112.600. Las últimas actualizaciones de Copernicus elevan la superficie afectada por las llamas a casi 144.000.
El 69% del terreno afectado, según ha revelado el presidente, es de monte raso, y el 31% de bosque arbolado, mientras que el resto de hectáreas dañadas por las llamas corresponderían a otro tipo de superficie. "Esto no es minimizar nada. Es decir la verdad, porque diciendo la verdad es como se pueden solucionar los problemas", ha sentenciado.
"Ni olvidamos, ni olvidaremos lo sucedido este mes: 673 fuegos, casi 30 diarios, algunos días más", ha remarcado Rueda, quien ha ratificado que fueron 62 los municipios afectados en una ola que afectó a las cuatro provincias (aunque con especial intensidad a Ourense y el sur de Lugo).
Un punto en el que ha admitido la incidencia del cambio climático, pero también ha advertido de que "no solo" se puede contemplar este factor o el abandono del rural --las administraciones no pueden, ha dicho, decir a los ciudadanos donde tienen que vivir--, y ha puesto el foco en los fuegos intencionados, antes de criticar a quienes dicen que "pirómanos e incendiarios son una minoría".
Así, ha recordado que hay "35 personas investigadas y 17 detenidas" como responsables de los últimos incendios. "Confío en que, si se demuestra su culpabilidad, la Justicia caiga con todo su peso sobre los que provocan toda esta devastación y dañan gravemente el patrimonio de todos", ha manifestado, antes de agregar a su diagnosis que es preciso apostar por "proyectos industriales" que permitan fijar más población en el ámbito rural.
PASOS DE RECONSTRUCCIÓN Y AYUDAS QUE SE PAGARÁN ESTA SEMANA
Al tiempo, ha reivindicado el trabajo "contrarreloj" del Gobierno gallego por comenzar la reconstrucción. Y anunció nuevas medidas, como la financiación por parte de la entidad autonómica del coste que les supondrá a los municipios hacer los controles de calidad de agua.
Enfrente, ha reprochado a la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, que siga sin convocar una reunión entre la Xunta y la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, el organismo que deberá actuar en las zonas más afectadas por las llamas. Además, ha ratificado el envío de una carta a la también vicepresidenta tercera del Gobierno en busca de colaboración económica para realizar estos trabajos.
Y también ha remarcado el paquete de ayudas ya en marcha e hizo balance de las solicitudes hechas en esta primera semana desde que se aprobaron las ayudas, entre las que destacan 41 ayudas para vivienda pedidas, 191 para explotaciones agroganaderas, 61 para explotaciones forestales y tres para industrias y comercios.
Al tiempo, ha anunciado que las primeras dos ayudas para reconstruir casas ya están concedidas: "Las pagaremos en esta misma semana. Y esta misma celeridad la pueden esperar el resto de las solicitudes", ha dicho, además de pedir "responsabilidad" al alertar, por ejemplo, de los efectos de los incendios en la vendimia.
"A día de hoy, hay solo una petición de ayuda de una bodega", ha ejemplificado, antes de ejemplificar igual "celeridad" al Gobierno en prestación de medios para la reconstrucción y ayudas.