SANTIAGO DE COMPOSTELA, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
Unos 6.000 parados con rentas bajas --ingresos inferiores al 75% del Iprem por unidad familiar-- que hagan cursos de formación podrán recibir 400 euros mensuales durante el periodo en que se desarrollen dichas actividades, según ha informado este viernes la conselleira de Traballo e Benestar, Beatriz Mato, que ha presentado la "reorientación de las políticas de formación" de la Xunta.
En rueda de prensa y acompañada por la directora xeral de Formación e Colocación, Ana María Díaz, Mato ha explicado que el Gobierno gallego calcula que en torno a 23.000 personas en situación de desempleo podrán acceder a alguna de las actividades formativas que se ofertan y que, de ellas, unas 6.000 podrán recibir esta aportación económica durante los meses que duren los cursos, que empezarán a finales de febrero y serán de entre tres y nueve meses.
"Es una política activa de empleo, no una línea de ayuda pasiva", ha destacado la titular de Traballo, que ha afirmado que, de este modo, se presta más atención a la gente con "más carencias". Sólo Castilla y León y Galicia han puesto en marcha este tipo de prestaciones.
Las 1.500 actividades formativas previstas por el Gobierno gallego para este año serán financiadas con una partida de 53 millones de euros, una cifra un 5% superior a la destinada al mismo concepto en 2010.
Asimismo, ha defendido que, con esta "nueva orientación" de las actividades de formación, la Xunta busca que el sistema se caracterice "por un alto nivel de calidad y excelencia". Los objetivos pasan por "mejorar la eficacia y la eficiencia". "No se trata de hacer más cursos, sino de hacer una formación de calidad y adaptada a los mercados", ha dicho Mato, que ha destacado que, además, los alumnos tendrán un certificado reconocible y homologado también por el Ministerio de Trabajo.
CERTIFICAR CAPACIDADES
Esto conllevará que se impartirán nuevos programas de formación reconocidos en el sistema educativo y en el laboral y, de hecho, las unidades se podrán convalidar, en su caso, con módulos o títulos de formación profesional. Además, se elevarán las exigencias a los docentes y a los alumnos se les pedirá que acrediten sus competencias --con certificados de estudios o con las pruebas que la Xunta convoca para este fin--.
La conselleira ha indicado que se facilitarán las pasarelas entre subsistemas de formación y entre éstos y el mundo laboral. Los ámbitos preferentes de formación se centrarán en los perfiles que más pide el mercado laboral y que, según un estudio del Instituto Galego de Cualificacións, son la hostelería y el turismo, la atención a la dependencia, el sector agrario y las energías renovables.
Mato ha destacado que la planificación tiene como fin último "mejorar la empleabilidad" y que esta reorientación se ha hecho de acuerdo con los pactos alcanzados en la Mesa del Diálogo Social.