Absuelven a un joven acusado de violar a una niña de 11 años en Lugo

   SANTIAGO DE COMPOSTELA, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -

   La Audiencia Provincial de Lugo ha absuelto a un joven de 21 años de edad y de nacionalidad brasileña que estaba acusado de haber agredido sexualmente a una niña de 11 años y que por este motivo se encontraba en prisión provisional en Bonxe (Lugo) desde el mes de enero de 2015.

   La Fiscalía pedía para él 13 años de cárcel por considerar que había agredido sexualmente a la menor en los días previos a la Navidad de 2014, en los cuales el procesado estuvo junto con su madre y un hermano en casa de la familia de la niña.

   Sin embargo, en su fallo, la Audiencia señala que el testimonio de la menor estuvo "sembrado de contradicciones" y, en paralelo, pone de relieve que "el conocimiento de lo sucedido" fue a través del propio acusado, que le contó a su madre --y ésta a la de la niña-- su versión de los hechos. En concreto, mantuvo que despertó de madrugada con la niña "a horcajadas" sobre él y negó "toda actitud libidinosa" hacia ella.

   En cuanto a las "contradicciones" de la niña, el tribunal refiere que ante la pediatra aseveró que el joven no había utilizado preservativo, mientras que ante la Policía y en el juzgado indicó que se había puesto un profiláctico. Además, apuntó que había visto un líquido blancuzco en su interior, a pesar de que había indicado que la luz estaba apagada.

   Estas inconsistencias en su relato, unidas a "la ausencia de vestigios biológicos" que pudiesen acreditar cualquier contacto sexual, fundamentan el fallo de la Audiencia Provincial de Lugo. Sin embargo, una de los tres magistrados de la sala, María Luisa Sandar, emitió un voto particular en el que considera culpable al joven y pide para él ocho años de prisión.

VOTO PARTICULAR

   Esta jueza acepta la versión de la menor de que el joven penetró a la niña en contra de su voluntad tras bajarle los pantalones del pijama que vestía y la ropa interior.

   Consideró avalada esta tesis en que en los días siguientes, el procesado preguntó a la menor "de forma insistente" si le había venido la menstruación y llegó a darle "una pastilla pequeña de color blanco" y le explicó que "si le bajaba mucho la regla, no se preocupara, que era normal".

   Durante el juicio, el joven negó haberle dado la píldora postcoital y justificó su "preocupación" por la menstruación de la niña en "la existencia de un líquido preseminal que, según su conocimiento, podría provocar el embarazo de la joven".

   En lo relativo a las "contradicciones" apreciadas en el relato de la pequeña, la magistrada recuerda que sólo tiene 11 años; y rechaza los argumentos relativos a una conducta sexual "impropia" de una niña apoyada en el testimonio del psicólogo al que acudían madre e hija y que en 23 sesiones no apreció nada en este sentido.

   Y, tras recordar que cualquier contacto sexual con un menor de 13 años, aunque fuese consentido, "no está permitido" y "es constitutivo de delito", señala que distintos peritos dieron "verosimilitud" al testimonio de la niña y que no apreciaron en ella "comportamientos sexuales" como los sugeridos.