SANTIAGO DE COMPOSTELA, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Santiago de Compostela, Martiño Noriega, ha mostrado su confianza en la investigación policial después de los ataques a varios cajeros de la ciudad, el último en la madrugada del miércoles, así como al respecto del artefacto que se lanzó contra el muro de la residencia oficial del presidente de la Xunta, en Monte Pío.
Preguntado por si conocía novedades policiales al respecto, Noriega, que se ha mostrado prudente en sus declaraciones por confidencialidad y "discreción", ha manifestado que no le "agrada" esta situación, que ha condenado, y ha esperado que se pueda concluir la investigación sobre autor o autores de los hechos.
Asimismo, ha indicado que "no hay constancia" de que sea la misma persona la que ha actuado en la madrugada del martes y del miércoles, si bien sí se barajaba que los hechos del primero de los días fuesen cometidos por la misma persona, por las grabaciones de las cámaras.
El regidor compostelano ha indicado que el pasado lunes hubo que desalojar algunas de las viviendas por precaución, después de que se hubiese filtrado humo a las casas, por lo que ha mostrado su preocupación, debido a que se trata de un problema de "seguridad para los vecinos", más allá de los daños materiales. En todo caso, ha aclarado que no hubo que atender heridos.
ABIERTA LA INVESTIGACIÓN
La Policía Nacional mantiene abierta la investigación para identificar al autor o autores de la quema de cajeros automáticos. Las fuentes municipales han indicado a Europa Press que, aunque se baraja que sea la misma persona, tampoco "se descarta" por el momento que "puedan ser diferentes autores".
Tras los incidentes de la noche del lunes al martes, bomberos de Santiago sofocaron en la madrugada de este miércoles un nuevo incendio en un cajero automático en el centro de la capital gallega, concretamente, en una oficina bancaria ubicado en la calle Rosalía de Castro confluencia con el cruce de Romero Donallo.
En la madrugada del martes resultaron dañados otros cajeros ubicados en el Ensanche compostelano (en la confluencia entre las calles Santiago de Chile y A Rosa, y otro en Frei Rosendo Salvado) que resultaron quemados.
