La Audiencia de A Coruña aplaza un juicio por agresión sexual y maltrato por incomparecencia del acusado

Actualizado: miércoles, 14 enero 2009 14:41

El fiscal pide 12 años y 4 meses de prisión por un delito de maltrato familiar

A CORUÑA, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia provincial de A Coruña tuvo que aplazar un juicio por agresión sexual y maltrato familiar previsto para la mañana de hoy debido a la incomparecencia del acusado, que se encuentra desaparecido.

La Fiscalía solicita doce años y cuatro meses de cárcel para un vecino de la localidad coruñesa de Ribeira al que acusa de agresión sexual a su esposa y varios delitos de maltrato familiar.

En concreto el ministerio público pide diez años de prisión por la agresión sexual y dos años y cuatro meses por tres delitos de lesiones, además de que no se acerque a la víctima durante quince años.

HECHOS

Los hechos tuvieron lugar el 21 de julio de 2005 después de que el procesado fuese a recoger a su esposa a la estación de autobuses de Ribeira, a donde regresaba tras pasar unos días fuera de la localidad. La mujer, al notar que su marido se encontraba muy nervioso y excitado, decidió volver a su domicilio en taxi.

Una vez en la vivienda, se originó una discusión entre ambos al intentar evitar ella que se bebiera una botella de ron que había traído como regalo para una amiga. Según el fiscal, tras insultarla le propinó varias bofetadas y seguidamente la arrojó sobre la cama cogiendo la maleta que su mujer había llevado como equipaje para lanzársela, aunque la víctima pudo esquivar el golpe.

Después, le obligó a mantener relaciones sexuales con él, aunque no llegó a consumar la relación al propinarle su mujer un fuerte empujón. El ministerio público sostiene que de nuevo volvió a golpearla, dándole patadas. La mujer logró zafarse y se refugió en casa de su hermana. El procesado la siguió hasta allí, donde la siguió insultando y permaneció en las inmediaciones de la casa.

A la mañana siguiente, cuando las dos mujeres le permitieron entrar en las vivienda, el procesado comenzó una nueva discusión, en la que se repitieron las agresiones. A su cuñada, le lanzó un frutero metálico que estaba en la mesa de la cocina. Poco después, acudió al lugar una patrulla de la Policía Nacional.