Benítez Reyes y Amoraga opinan que los autores deban cuidar la forma de las novelas y no renunciar a entretener

Actualizado: jueves, 1 marzo 2007 18:09

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los escritores Felipe Benítez Reyes y Carmen Amoraga, ganador y finalista del Premio Nadal 2007, respectivamente, coincidieron hoy en opinar que los autores, al afrontar la creación de una novela, deben cuidar la forma y la estética, pero al mismo tiempo no renunciar a entretener a sus lectores.

Benítez Reyes y Carmen Amoraga estuvieron hoy de promoción en Santiago de Compostela, donde presentaron sus novelas 'Mercado de espejismos' y 'Algo tan parecido al amor', respectivamente, que fueron premiadas con el Nadal 2007 y están publicadas por Destino.

En sendas entrevistas concedidas a Europa Press, los dos autores reflexionaron sobre el papel del escritor a la hora de afrontar la creación de una obra literaria y, en concreto, Benítez Reyes reflexionó sobre que su función es "una mezcla de factores", ya que debe intentar hacer "una novela entretenida, bien escrita, con personajes convincentes, con una trama nítida..."

También admitió que entiende que "la literatura en esencia es un juego". Según este escritor y poeta, en un libro "alguien --el autor-- establece unas normas de juego y trata que otros --los lectores-- entren en él".

El autor de novelas como 'Humo' y también poeta, con una producción agrupada bajo el título 'Trama de niebla', admitió que en su quehacer prefiere "inventarse realidades" y que, normalmente, el material que utiliza para sus creaciones literarias es "puramente imaginación". No obstante, reconoció que en las novelas parte de personajes que deben ser "convincentes" y que, en su caso, "no puede" contar una historia si previamente no tiene definido el personaje.

FICCIÓN

Sobre estas cuestiones, la escritora y periodista Carmen Amoraga opinó que en la construcción de una novela "no está reñido" que el atienda a la forma con la que cuenta una historia y busque entretener. Según dijo, en una novela "se presupone" el uso de un estilo, un lenguaje y una estructura "cuidados", pero también "que la historia se sustente y que entretenga". Añadió que después cada lector le da su interpretación.

Aunque admitió que al crear una nueva novela "no es capaz de pensar en otro lector que en ella misma al escribir", Amoraga sí entiende que existe cierto "juego" entre autor y lector al tratar de implicar a este último en la historia propuesta.

Carmen Amoraga explicó que, en su caso, la escritura de una obra parte "de la necesidad de contar algo o de sacar algo de ella". Puntualizó que "todas las novelas son ficción", pero admitió que en su caso "siempre hay algo real que le hace pensar en escribir".

OBRAS GALARDONADAS

Benítez Reyes promocionó hoy 'Mercado de espejismos', la obra ganadora del Premio Nadal 2007, que narra la historia de dos ladrones de obras de arte ya retirados, Corina y Jacob, que reciben un último encargo imprevisto: llevar a cabo el robo de unas supuestas reliquias de los Reyes Magos que se conservan en la catedral alemana de Colonia.

A partir de este argumento, el autor construye, según ha explicado él mismo, una parodia "hilarante y demoledora" de las novelas de intrigas esotéricas, de su truculencia y de sus peculiaridades descabelladas. Benítez Reyes puntualizó que "no juzga moralmente" el éxito de los libros sobre esas temáticas, sino que "le divierte mucho" este fenómeno literario, ya que entiende que muchos leen este tipo de libros "no como ficciones, sino como revelaciones de verdades históricas o teológicas ocultas no se sabe porqué poder".

Por su parte, Amoraga presentó hoy en Santiago la novela finalista del Nadal, que lleva por título 'Algo tan parecido al amor'. En este libro la autora cuenta la trayectoria amorosa de tres amigas, Amparo, Ana y Silvia, que fueron compañeras de colegio y siguen como amigas y confidentes cuando ya son treinteañeras. Las relaciones a tres bandas tiene como fondo el análisis de los sentimientos que intervienen en ellas: el amor, el miedo, los celos, la culpa o el ansia de posesión.

En este caso, la escritora dijo que tomó como punto de partida "la realidad que había a su alrededor en un momento determinado" y que intentó mostrar que, en una relación, "desde fuera las cosas se ven distintas que desde dentro". Indicó que las relaciones formadas por tres personas son frecuentes y que "desde fuera se juzga con ligereza".

Por último, sobre si hay rasgos autobiográficos en esta historia, declaró que "siempre hay algo suyo que le escapa", pero insistió en que la historia "no es real, es realista".