VIGO, 1 May. (EUROPA PRESS) -
Miles de personas (6.000 según la organización, 2.500 según la Policía Local) se han manifestado por las calles del centro de Vigo convocadas por la CIG, en el acto central del sindicato nacionalista con motivo de este Primero de Mayo, para exigir políticas públicas que frenen la carestía de la vida y salarios dignos.
Bajo el lema 'Contra la pobreza. Políticas públicas. Salarios dignos', la marcha ha salido poco después del mediodía del cruce de A Doblada y ha finalizado en la calle Policarpo Sanz, donde se han dirigido a los participantes el secretario comarcal de la CIG, Alberte Gonçalves, y el secretario xeral del sindicato, Paulo Carril.
Al inicio de la marcha, Carril ha trasladado que la actuación del Gobierno de España está siendo "insuficiente" para paliar los efectos de la inflacción y de la guerra en Ucrania, y también ha denunciado que la Xunta "está más preocupada por la sucesión de Feijóo" que por adoptar medidas para frenar el empobrecimiento de la clase trabajadora. "Que nadie se despiste por el cambio de presidente (en el gobierno autonómico), la política del PP seguirán promoviendo la dependencia de Galicia", ha matizado.
Carril ha advertido de que son necesarios "profundos cambios" en las políticas públicas para amortiguar los efectos de una crisis que tiene efectos "devastadores" para la mayoría social, y ha recordado que la "emergencia social" en Galicia es previa a la guerra en Ucrania. Por ello, ha criticado que se use el conflicto como "justificación para no hacer otras políticas" o como explicación a unos "altos precios que ya existían antes".
"No vemos que las medidas del plan del respuesta del Gobierno sean suficientes", ha subrayado, y ha advertido de que un pacto de rentas o un acuerdo estatal sobre la negociación colectiva solo profundizarían en la precaridad y el empobrecimiento.
LLAMADA A LA MOVILIZACIÓN
Tanto en sus declaraciones ante los medios como durante su intervención al finalizar la marcha reivindicativa, Paulo Carril ha hecho un llamamiento a la "movilización" en la defensa de la negociación colectiva y ha reclamado un incremento de los salarios.
Asimismo, ha denunciado una vez más la "permanente ofensiva privatizadora" en la sanidad pública, o la "ofensiva eólica", mientras las grandes compañías eléctricas "estafan" a los trabajadores con el precio de la luz. "¿Cómo se nos puede seguir negando una tarifa eléctrica gallega?", ha preguntado.
Por otra parte, ha advertido de que el actual contexto socioeconómico y las políticas que se llevan a cabo crean las "condiciones perfectas" para la aparición y multiplicación de los "neofascismos", y ha acusado a CC.OO. y UGT de "ponerse al servicio del capital".
En su intervención al final de la manifestación, Paulo Carril ha trasladado igualmente un mensaje de rechazo a la guerra en Ucrania, a la posición de la OTAN y al envío de armas. "Las únicas armas que queremos son la palabra, la solidaridad y la movilización social. ¡Que pare ya la guerra, que siempre es destrucción!", ha proclamado y ha trasladado su solidaridad con el pueblo ucraniano, pero también con los habitantes de zonas de mayoría prorrusa y otros pueblos, como el saharaui, "abandonado" por España ante el "imperialismo".
CRISIS INDUSTRIAL EN VIGO
Mientras, el secretario e la CIG en Vigo, Alberte Gonçalves, ha centrado su intervención en la crisis industrial que afecta a la comarca, que llegó a ser "pulmón económico" de Galicia y que ha visto como, solo en el último trimestre, ha perdido 2.000 empleos en este sector. "No hay luces led ni Xacobeo que pueda tapar la sangría laboral que golpea a la comarca", ha advertido, y ha anunciado la convocatoria de una movilización para el próximo 26 de mayo, en defensa del empleo industrial.
Gonçalves ha recordado que este año se celebra el 50º aniversario de las movilizaciones obreras de 1972, que tuvieron gran repercusión en la ciudad olívica, y que marcaron "un punto de inflexión", y ha animado a mantener la "tarea revolucionaria" de unos trabajadores que, hace ya medio siglo, demostraron que "el coraje y la valentía" de la clase obrera "son una fuerza imparable".
