SANTIAGO DE COMPOSTELA, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, garantizó hoy "el cien por cien" de sanidad pública para los 4.000 gallegos que acuden al Hospital del Centro Gallego de Buenos Aires, pero advirtió de que, a diferencia del bipartito, al que acusó de "dejarse meter un gol" por el Gobierno argentino y llevar el hospital "a la quiebra", "no pagará" las prestaciones de los ciudadanos "nacionales".
"Primero van los gallegos y después, los nacionales del país", sentenció el máximo mandatario gallego en respuesta a una cuestión formulada por el portavoz parlamentario del BNG, Carlos Aymerich, quien le acusó de "ensayar fórmulas de privatización sanitaria" en Buenos Aires para "aplicarlas" después en Galicia.
Frente a ello, Núñez Feijóo acusó al anterior Ejecutivo bipartito de "dejarse meter un gol" por el Gobierno argentino y aseguró que esta situación no se repetirá. "Comprometimos 3,5 millones para los 4.000 gallegos que reciben prestaciones en el centro, pero no vamos a financiar a las 20.000 personas que atiende", recalcó.
En el polo opuesto, ubicó la "nefasta" gestión del bipartito, al que acusó de llevar el Hospital Gallego "a la quiebra" y explicó que dicha gestión generó en el centro sanitario unas pérdidas acumuladas que ascienden a 9 millones de dólares.
"Ahora mismo casi no se puede pagar a los profesionales", subrayó a modo de justificación del contrato de gestión del Hospital Gallego autorizado por su Gobierno a la empresa A3 Recoletas y reivindicó que los servicios públicos también pueden ser "eficientes". "Público no es igual a subvención", apostilló.
"ENSAYO" EN EL EXTERIOR
Insatisfecho con la respuesta del presidente, Carlos Aymerich insistió en que Feijóo pretende "ensayar" en el exterior fórmulas de "privatización" sanitaria para "aplicarlas", posteriormente, en centros gallegos como los futuros hospitales de Vigo y Pontevedra porque "no se atreve" a hacerlo antes.
"Siempre han visto a los emigrantes como mercancía electoral y ahora los utilizan para dar beneficios a empresas amigas", aseveró el portavoz nacionalista en referencia a A3 Recoletas, de la que --aseguró-- cuenta con accionistas "vinculados al PP".
A mayores, reprobó el "chantaje" de miembros del Gobierno gallego como la conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, y el secretario xeral de Emigración, Santiago Camba, a quien acusó de "intentar doblegar" a los socios del Centro Gallego "amenazándoles" con llevar a la Fiscalía "supuestas irregularidades contables".
"Sabemos que miente, pero también sabemos que cuando hay presión, rectifica", esgrimió Aymerich en alusión a la decisión de Feijóo de mantener el complemento autonómico de 200 euros en las pensiones no contributivas --pese a que inicialmente la Xunta iba a suprimirlo-- y le pidió que haga lo mismo en este caso. "Cuente con la presión, nosotros contamos con la rectificación", espetó.
HOSPITAL DE PONTEVEDRA
Lejos de ello, Núñez Feijóo insistió en su intención de optimizar los servicios "públicos" y negó la vocación "privatizadora" que le atribuyó Aymerich. "Privatizar es otra cosa, es contratar a 200 personas en fraude de ley o borrar de las listas de espera a 70.000 gallegos, como hicieron ustedes", espetó.
A continuación, ratificó su compromiso de "elevar" el gasto para política social --68 de cada 100 euros incluidos en los presupuestos para 2010, frente a los 66 de cada 100 del bipartito-- y, tras hacer un repaso de las actuaciones acometidas en los últimos seis meses, avanzó nuevas acciones que "certifican" dicho compromiso.
Así, anunció que el Consello de la Xunta aprobará mañana el plan funcional del nuevo hospital de Pontevedra, que contará con "700 camas públicas y 20 quirófanos públicos" en un centro, incidió, que será "cien por cien público". "Llevamos dos nuevos hospitales públicos en seis meses", recalcó, en referencia a los nuevos centros de Vigo y Pontevedra.
Frente a ello, Aymerich censuró su política social y le acusó de "recortar prestaciones" y de "bajar" los presupuestos en materia de educación, sanidad y de servicios sociales. "Sólo bajan los ingresos del Estado, un 12 por ciento", replicó Feijóo y recordó que recibió "la peor herencia económica de toda la historia de la economía" al entrar en la Xunta.