LUGO, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
El gerente de la Fundación del Centro Superior Cinegético y Piscícola, Francisco García Bobadilla, su mujer y un hijo viajaron a Copenhague (Dinamarca), Bolonia (Italia) y Malabo (Guinea Ecuatorial) a cuenta de esta entidad, creada por Francisco Cacharro cuando presidía la Diputación de Lugo, de la que depende, junto a la Consellería de Medio Ambiente.
Este dato salió hoy a la luz luego de que se reuniera el patronato de la fundación, bajo la presidencia del máximo mandatario de la Diputación de Lugo, José Ramón Gómez Besteiro, en la finca que alberga este centro cinegético en Tor (Monforte).
El gerente de la fundación mantiene una disputa con la diputación después de que el nuevo patronato presentara ante la fiscalía denuncias por diversas irregularidades en la gestión de los antiguos patronos, entre otros el anterior presidente de la institución provincial, el popular Francisco Cacharro.
El Corte Inglés aportó las facturas de estos viajes en categoría 'business' realizados a Copenhague, Bolonia y Malabo en las que además de tres anteriores patronos figuraban entre los viajeros la esposa e hijo del anterior gerente y otra persona ajena al patronato, por un importe de 20.110 euros.
DOCUMENTACIÓN A LA FISCALÍA
Esta documentación se la ha dado traslado, también, a la Fiscalía de Lugo, así como los pagos del gerente a través de la Visa de telepeaje por un importe de 2.418 euros, tarjeta que estaba asignada para el uso exclusivo precisamente del anterior gerente. A esto hay que añadir multas que reclama Tráfico por valor de 620 euros.
Además, la Agencia Tributaria ha comunicado a la Diputación de Lugo el fraccionamiento en el pago de una deuda de 2.492 euros, como consecuencia de que la Fundación Tor tuvo una actividad económica diferente a la actividad fundacional.
También Paradores de España reclama el pago de dos facturas de 2008 por un valor de 549 euros y la Consellería de Medio Rural requiere la reclamación de pago de una multa de caza ilegal en la finca, que asciende a 900 euros.
Una vez reunido el nuevo patronato, Gómez Besteiro, anunció que abrirá la finca de Tor a la innovación empresarial con la finalidad de cerrar ciclos de producción que generen valor añadido a la provincia de Lugo. Este nuevo uso marca la entrada en vigor del nuevo plan de viabilidad de la fundación.
