Censura que el "respeto" al estado de derecho sea "cada día más frágil" y que se sustituya la "democracia liberal" por "la voluntad de la mayoría"
A TOXA (O GROVE), 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno Felipe González considera que existe "un problema político de primera magnitud" en la capacidad de los gobiernos de España y América Latina para gestionar la crisis relacionada con la pandemia que, a su juicio, debe concitar que las fuerzas políticas que "de verdad creen en los valores del estado de derecho" se comprometan con alcanzar consensos dejando fuera a "los populismos, los irredentismos o los sectarismos".
Así se ha pronunciado el exmandatario durante su intervención en el foro que se celebra desde el pasado jueves en la Illa da Toxa, del municipio pontevedrés de O Grove, donde se reúnen políticos, economistas y expertos en una cita organizada por el grupo hotelero Hotusa y que tiene como premisa analizar el escenario actual marcado por la pandemia de covid.
En la tarde de este viernes, González ha participado en una mesa sobre los retos que presenta la crisis del covid para Iberoamérica que ha sido moderada por el periodista Michael Reid y en la que también han intervenido el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, y el economista y exjefe de investigación del Banco Interamericano de Desarrollo José Juan Ruiz.
"El problema (político) de hoy es la dificultad del diagnóstico, es como si cada día se moviera el horizonte", ha señalado el expresidente al inicio de su intervención en la mesa, que ha sido presenciada en directo por el también exjefe del Ejecutivo central Mariano Rajoy y el titular del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo.
González ha reconocido que la crisis provocada por la pandemia de coronavirus genera la "mayor incentidumbre" que ha presenciado en sus 78 años de vida, por lo que se ha preguntado "cómo se hace un diagnóstico" ante una situación cambiante en la que "la única certidumbre es que hay incertidumbre".
Según el expresidente, la pandemia ha agravado la "crispación" derivada de una crisis política iniciada en España hace cinco años y que trajo "un pluripartidismo mucho más imperfecto" que el anterior "bipartidismo imperfecto", además de conllevar que "no" haya espacio para "coaliciones que de verdad den respuestas".
Como fórmula para atajar este panorama González receta consensos entre las fuerzas "que creen de verdad en los valores del estado de derecho", pues cree que "crear esta dinámica" es "la única solución" en un momento "muy especial" como el actual.
En este punto, ha sentenciado que "los populismos, los arredentismos y los sectarismos son los únicos que saben siempre lo que hacer" porque solo representan "una" forma de ver las cosas, algo que cree equivocado pues la tarea del gobernante es, según González, "representar a todos".
"El respeto al estado de derecho es cada día más frágil. Ahora se está sustituyendo la democracia liberal por la voluntad de la mayoría, que no puede significar 'haga lo que quiera saltándose el marco constitucional", ha aseverado González.
"TODO" HA CAMBIADO
"Imagínense que los representantes políticos tienen un ataque extemporáneo de lucidez y deciden buscar la verdad compartida. Variaría completamente el panorama", ha apuntado para invitar a los gobiernos del mundo a "superar la dicotomía de o salud o economía", ya que ambas son indispensables.
Así las cosas, el expresidente ha cargado contra los partidos y políticos que piensan que sus postulados previos a la pandemia están "perfectamente vigentes" y que creen que "eso es lo que hay que hacer, como si no hubiese habido la irrupción de enemigo invisible que ha cambiado las reglas del juego y de la geopolítica".
PELIGRO PARA LA CLASE MEDIA
A juicio de Felipe González, en América Latina existe el riesgo de que, si el escenario económico presenta una caída del 10 o el 11 % del PIB a final de año, la población que alcanzó la condición de "clase media" pueda "bajar de escalafón".
Un "riesgo" que, dice, también existe para España que, según ha recordado, "no está tan lejos en términos históricos" de la situación que viven en la actualidad los países latinoamericanos. "Nosotros también tenemos un cierto riesgo de que haya una frustración", ha apuntado en referencia a la población "que tiene una expectativa" de progreso económico "y la pierde dramáticamente".
