El hospital de Verín supera el centenar de nacimientos un año después de la reapertura del paritorio

Manifestante con un cartel que dice 'Verín non se pecha!' en la concentración en defensa de la sanidad pública gallega convocada por SOS Sanidade Pública, en Santiago de Compostela (Galicia) a 9 de febrero de 2020.
Manifestante con un cartel que dice 'Verín non se pecha!' en la concentración en defensa de la sanidad pública gallega convocada por SOS Sanidade Pública, en Santiago de Compostela (Galicia) a 9 de febrero de 2020. - Álvaro Ballesteros - Europa Press - Archivo
Publicado: domingo, 31 enero 2021 13:56

El jefe de Ginecología, una de las caras más visibles de 'Verín non se pecha', espera la resolución de su expediente

   OURENSE, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -

   El paritorio del Hospital comarcal de Verín (Ourense) ha registrado más de un centenar de nacimientos desde su reapertura el 3 de febrero del año pasado, tras permanecer dos meses cerrado y verse envuelto en un conflicto que generó una amplia contestación social y una polémica que, en clave política, alcanzó el ámbito autonómico.

   Fuentes del Servizo Galego de Saúde (Sergas) del área sanitaria ourensana han confirmado a Europa Press que, con fecha del pasado miércoles, se habían registrado 115 partos desde la reapertura de este servicio; que sigue contando con idéntico personal de Pediatría que cuando reabrió: una pediatra a tiempo completo y otro profesional de atención pediátrica para las guardias.

   Precisamente, la falta de pediatras fue el principal argumento que en su día esgrimió la Xunta para justificar el cierre del paritorio. Tras la polémica, el propio presidente autonómico, Alberto Núñez Feijóo, anunció una nueva convocatoria mediante la que, tras quedar desierta la anterior, se pudieron cubrir las plazas, y aseguró que se reactivaría el servicio si se podía garantizar la atención pediátrica, como finalmente ocurrió.

   Pero antes de poner el foco en el elemento diferencial de la atención pediátrica, desde Sanidade se alegaron otros argumentos para el cierre, como el bajo número de partos, que podía incidir en la pérdida de "pericia" por parte de los profesionales.

   Las autoridades sanitarias gallegas defendieron que todas las decisiones se adoptaron por "criterios médicos" --varios profesionales sanitarios ourensanos apoyaron entonces con su firma el cierre de servicio-- y de "seguridad" para madres y bebés.

   Enfrente, diversos colectivos y los propios profesionales vieron "excusas" en los argumentos del Sergas. Entre los datos que trascendieron entonces estaba que ninguno de los hospitales comarcales de la comunidad alcanza los 600 partos anuales que figuran en las recomendaciones de las guías a las que aludían tanto la Xunta como la Sociedad Gallega de Pediatría como criterio óptimo para dotar a un centro comarcal de unidad neonatal.

"VERÍN NON SE PECHA"

   Sin embargo, el cierre, que se materializó el 1 de diciembre de 2019, generó no solo el rechazo del personal de atención ginecológica del hospital, sino una amplia contestación social en la comarca, a la que se adhirieron regidores y portavoces de todos los colores políticos. Incluso el presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar (PP), pidió a la Xunta reconsiderar la decisión.

   Con el lema de 'Verín non se pecha' y el impulso de la Plataforma en Defensa da Sanidade Pública da Comarca de Monterrei, hubo protestas multitudinarias en Verín y movilizaciones en Santiago. Los grupos que entonces conformaban la oposición parlamentaria (PSdeG, Común da Esquerda, BNG y En Marea) apoyaron sus reivindicaciones y la polémica, a meses de las elecciones gallegas y antes de la pandemia, llegó al ámbito autonómico.

EXPEDIENTE ABIERTO

   A las puertas de que se cumpla un año de la reapertura del paritorio, el jefe de Ginecología, Javier Castrillo, uno de los profesionales que encabezaron las protestas, celebra los nacimientos registrados, mientras espera que se resuelva un expediente que le ha abierto la Administración sanitaria y que confía en que se pueda cerrar, precisamente, en febrero.

   Dicho expediente parte, precisamente, de un conflicto ante una familia con una pediatra que se había desplazado desde Ourense para atender uno de los últimos partos previstos antes del cierre del paritorio y que denunció lo que considera un trato inadecuado por parte de su compañero.