Un notario acusado de no comprobar el estado mental de una anciana asegura que esta "sabía perfectamente lo que hacía"

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña acoge un juicio contra un notario acusado de falsedad en documento público
La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña acoge un juicio contra un notario acusado de falsedad en documento público - EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 22 abril 2021 18:35

   SANTIAGO DE COMPOSTELA, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -

   Un notario acusado de no adoptar las medidas necesarias para indagar sobre el estado mental de una anciana de más de 90 años que resultó padecer demencia tipo Alzheimer ha asegurado que él observó que la señora "sabía perfectamente lo que hacía" al firmar una escritura en favor de uno de sus hijos.

   Así lo ha sostenido en la primera sesión del juicio que se ha celebrado este jueves en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago y en el que la Fiscalía pide para este notario, ejerciente en A Pobra do Caramiñal, una multa de 6.000 y suspensión de empleo durante nueve meses por un delito de falsificación documental por imprudencia grave. También reclama la anulación de la escritura otorgada al hijo de la anciana.

   En su declaración, en la que ha respondido a preguntas de todas las partes --acusación particular, fiscalía y defensa--, el notario ha afirmado que no conocía con anterioridad ni al hijo ni a la señora, con los que solo tuvo contacto en relación a la firma de este documento, rubricado el 22 de junio de 2011, y que suponía un pacto de mejora en favor de ese descendiente.

   El notario ha declarado que, tras recibir el encargo de la escritura, habló por teléfono con la mujer --el propio día o un día antes de la firma--. "Si yo tengo que salir fuera de la notaría para ver a una persona mayor, como era este el caso, antes de salir prefiero hablar con ella por teléfono", ha señalado el acusado, que ha precisado que si le dijesen que esta "no podía hablar por teléfono" eso le hubiera hecho "sospechar" sobre la capacidad de la persona.

   Con todo, ha sostenido que, en este caso, le preguntó al hijo si podía hablar con ella y que éste le dijo que "no había ningún problema". "Por eso no tengo que sospechar nada y, ese día, yo mantengo una conversación con la finalidad de ver cómo se desenvuelve esta persona", ha indicado en una intervención en la que ha dicho que la charla se desarrolló "con normalidad".

   El acusado ha destacado que esta llamada supone una medida de "prudencia adicional". "Si conocen algún notario, me gustaría que le preguntasen a ver si tienen por costumbre llamar previamente cuando tienen que salir a la casa de una persona mayor", ha argumentado en una comparecencia en la que ha asegurado que, en el momento de la firma, la mujer estaba encamada por padecer una "flebitis".

   "Yo le pregunté --al hijo-- si esa situación de encamamiento y de las piernas le afectaba de alguna forma a su capacidad, es decir, si su madre estaba bien de la cabeza. Y el me dijo que no, que estaba perfectamente", ha señalado.

   En cuanto al momento de la firma, el notario ha dicho que esta se produjo en la habitación de la mujer. "Me acerqué a ella, la saludé, me dio la mano con total tranquilidad y sin ningún rasgo externo que pudiese decir que la señora tenía ningún déficit de capacidad. De hecho, tenía un aspecto lustroso, estaba bien arreglada y tenía una voz contundente", ha afirmado para asegurar ella misma le dijo que "había encargado" la escritura para "pasarle" una casa de Chantada (Lugo) a su hijo.

   El notario, que ha señalado que le preguntó cuestiones como su fecha de nacimiento o el nombre de sus padres, ha destacado que la mujer "firmó" sin "ninguna dificultad".

   Además, se ha referido a uno de los informes que figura en la causa, el realizado por una forense "casi cinco meses después de la escritura", para asegurar que este "no responde a la realidad" del momento cuando describe a una mujer "totalmente enajenada".

   "Ella la vio casi 5 meses después de la firma, a una persona con 91 años, después de que sufriese un auténtico secuestro", ha afirmado el notario, que ha relatado que la anciana, según lo "declarado por un nieto" en una denuncia, sufrió "un auténtico secuestro" para ser trasladada de la casa de este hijo por parte de sus otros descendientes.

   Según ha dicho, lo relatado por esta forense "contrasta" con lo que él vio así como por lo observado por un empleado de una sucursal bancaria --que posteriormente compareció en el juicio como testigo--. "Una señora mayor que sabía perfectamente lo que hacía", ha incidido.

DECLARACIÓN DE LOS HIJOS

   En el juicio, además, han prestado declaración tres hijos de la mujer, que mantienen entre sí otro proceso judicial en relación a este pacto de mejora.

   En primer lugar, ha comparecido el beneficiario de la escritura por el que se juzga al notario, un testigo que ha asegurado que su madre "en consciente de todo lo que hizo". Además, ha afirmado que "en absoluto" observó que su madre presentase lagunas de memoria durante la conversación con el notario.

   Con todo, en respuesta a las preguntas de la fiscalía, ha señalado que llevó varias veces al médico a su madre al observar que "perdía un poco el tino" cuando se desorientaba. "Yo lo que puedo decir es que coordinaba perfectamente", ha señalado en una declaración en la que ha afirmado que en alguna ocasión se "exageró" su estado ante un médico para que le facilitase una medicación.

   Sin embargo, los otros dos hermanos que han declarado como testigos --un hombre y una mujer-- han asegurado que la enfermedad de su madre estaba avanzada cuando se produjo la firma, que tuvo lugar durante el tiempo que su madre convivió con el otro hermano en A Pobra do Caramiñal, localidad a la que habido ido para "pasar la Navidad" en casa de este otro hijo.

   Así, la hija ha dicho que durante los meses que residió en este municipio coruñés ya no la reconocía ni a ella ni a sus hermanos --una cuarta hermana ya fallecida--. Por su parte, el otro hermano ha señalado que pidieron incapacitar a su madre, ya en junio de 2011, tras detectar que "le faltaban 6.000 euros de la cuenta". "La dejaron sin un céntimo", ha manifestado.

   Por último, en el juicio, que continuará el viernes con las declaraciones de los peritos, el director de una sucursal bancaria de A Pobra ha testificado que acudió al domicilio de la anciana a que le firmase un documento tras ser así requerido por otra oficina de su banco ubicada en Santiago.

   En la visita, según ha señalado, no tuvo "ningún problema". Además, ha asegurado no saber decir si la mujer estaba "normal" o "no" toda vez que no la conocía con anterioridad a ese momento.

   En la sesión de este jueves, los magistrados de la Audiencia Provincial de A Coruña han acordado desestimar todas las cuestiones previas solicitadas y peticiones de nulidad solicitadas por la defensa.

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