LUGO 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Lugo acogerá los próximos martes y miércoles un juicio contra un hombre, para el que Fiscalía pide 10 años y 9 meses de prisión por un delito de agresión sexual y por dos de malos tratos hacia su expareja, con la que tiene un hijo.
Los hechos ocurrieron, según consta en el escrito del Ministerio Público, en julio de 2019 en el domicilio que tiene el acusado en el municipio lucense de Burela. Hasta allí acudió su expareja sentimental para recoger al hijo que ambos tienen en común, puesto que había estado en compañía de su padre durante el fin de semana.
Al llegar al piso, el acusado dijo a la madre que el niño estaba durmiendo y que se sentara en el sofá. Tras decirle que quería volver con ella, a lo cual la mujer respondió que no, el hombre la llevó "a la fuerza" a una habitación, donde le quitó la ropa y la penetró vaginalmente, de acuerdo con el relato de la Fiscalía. En ese momento, el menor se despertó al escuchar cómo su madre se resistía y gritaba, pero el acusado consiguió echarlo de la habitación.
Tras ocurrir todo esto, la mujer le dijo que lo iba a denunciar y el hombre se dirigió a la cocina. En ese momento, ella aprovechó para coger a su hijo y esconderse con él en el baño. Finalmente, consiguieron huir de la vivienda y pedir auxilio en un piso vecino, desde donde pudo llamar a la Guardia Civil.
En cuanto al delito de malos tratos, el escrito de Fiscalía recoge cómo durante la convivencia entre ambos, que terminó un mes antes de la agresión sexual, el hombre llegó a propinarle una bofetada en una ocasión y a golpearla con un cinturón en otra.
Tras la pertinente denuncia de todos estos hechos, el hombre fue detenido e ingresó en prisión provisional comunicada dos días después. Por todo lo relatado, la Fiscalía solicita para el hombre 10 años y 9 meses de prisión por un delito de agresión sexual, con el agravante de parentesco, y otros dos de malos tratos.
Además, solicita que no pueda aproximarse a la víctima a menos de 300 menos ni comunicarse con ella durante otros 11 años y 9 meses, así como una indemnización de 2.000 euros para su expareja por daños morales y de 361,59 euros al Servizo Galego de Saúde (Sergas) por la atención prestada a la víctima.