A CORUÑA, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
Una profesora gallega que imparte Literatura española y sus dos hijos de 22 y 21 años se salvaron del tiroteo registrado el lunes en la Universidad Politécnica de Virginia (Estados Unidos), en el que fallecieron 32 personas después de que un estudiante de origen asiático disparase un arma en el recinto universitario.
El arquitecto de A Coruña Antonio Piñeiro expresó hoy, en declaraciones a Europa Press Televisión, que todavía intenta reponerse del "miedo" vivido en las últimas horas después de saber que en la universidad americana donde estudian sus hijos y donde su ex-mujer imparte clase murieron 32 personas por disparos.
"Han sido unos momentos terribles, pero los estamos superando, aunque nos estamos dando cuenta de que la tragedia pudo ser terrible para esta familia", dijo el arquitecto. A medida que pasan las horas, Piñeiro se muestra "más preocupado" por su familia, especialmente por su hijo mayor, Eduardo, que en el momento de la masacre "estaba allí, en el epicentro". Además, indicó que "la angustia crece" entre sus hijos y su ex-mujer "porque todavía no saben si entre las víctimas hay compañeros o amigos".
PRIMERAS NOTICIAS
Piñeiro comentó se enteró de lo sucedido por su ex-mujer, que lo llamó el lunes por la tarde para decirle "que hubo un tiroteo en el campus" y que estuviese tranquilo porque ellos "estaban bien".
La ex-mujer del arquitecto no tiene clase los lunes, por lo que ese día no estaba en el recinto universitario; mientras que su hijo pequeño Sean, de 21 años, que suele ir a la Politécnica para practicar deporte o tocar el piano, recibió el aviso de su madre, por lo que no llegó a ir al campus.
Por su parte, el mayor de los hijos, Eduardo Piñeiro, de 22 años, que estudia una carrera interdisciplinar con asignaturas de Químicas y Humanidades, estaba en clase a las 8.30 horas, después de lo cual "fue a casa, y al cabo de dos hora volvió otra vez a la universidad", ya que le habían dicho que se había producido un tiroteo "pero no le dio importancia".
"A los diez minutos de estar allí es cuando empezó el follón, y él salió para irse pero un policía le dijo que no podía salir y que tenía que volver para clase y quedarse allí", indicó Piñero, donde, según añadió, estuvo tres horas "viendo la televisión desde debajo de una mesa".
EJECUCIÓN
Según manifestó Antonio Piñeiro, entre los alumnos de la universidad "se dice que el asesino primero fue a la residencia a matar a su novia y luego se fue a una clase", donde "atrancó" la puerta con una cadena.
"Allí, mató a un profesor, un hombre de 80 años, y luego puso a todos en fila y empezó a ejecutar a los de delante, y los de atrás se metieron debajo de las mesas. Algunos se tiraron por las ventanas", recordó. Posteriormente, según puntualizó, el asesino "cuando creía que estaban todos muertos o heridos salió e hizo lo mismo en otra aula".
La familia de Antonio Piñeiro le explicó que la policía desalojó la residencia, donde el joven mató a dos personas, "a una muchacha y al responsable del lugar".
El hecho de que la policía cerrara la residencia pero no la universidad pudo ser "el gran problema", según consideró Piñeiro, "pero quién se iba a imaginar que esto iba a continuar; eso nunca se sabe; quién iba a pensar que una persona después de matar a dos iba a volver y empezar a hacer una masacre como ésta".
Asimismo, Antonio Piñeiro recordó que la localidad de Blacksburg, donde se encentra la Universidad Politécnica de Virginia, es "un pueblo muy tranquilo y pequeño, donde la gente es muy educada".