SANTIAGO DE COMPOSTELA, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
El sistema educativo gallego ha registrado un total de 733 expedientes disciplinarios durante el curso 2009-2010, unos 250 menos respecto al periodo anterior, de los que un 84 por ciento se aplicaron a alumnos de secundaria.
En rueda de prensa, el sindicato ANPE ha presentado los datos del teléfono del defensor del profesor correspondientes al curso pasado y que ha recibido un total de 198 llamadas de docentes gallegos --más de la mitad mujeres--. De esta cifra, un 55 por ciento procedían del cuerpo de secundaria (109), el 24 por ciento de primaria (48) y un 21 por ciento de formación profesional.
A pesar de registrarse menos consultas respecto al ejercicio de 2008-2009 --unas 14--, el sindicato educativo alerta de un repunte de la conflictividad con los padres como motivo para acudir al servicio entre los que se encuentran incidencias por "amenazas", presiones para cambiar las notas del alumno o "casos de agresiones". Esta última circunstancia, presenta una incidencia "menor" que en otras Comunidades Autónomas.
El sindicato señala, asimismo, que "un número elevado" de las quejas docentes se deben a problemas para dar clase, faltas de respeto y daños provocados por el alumnado a los bienes del profesorado o del centro. Además, "la mayoría" manifiesta "falta de apoyo" por parte de la dirección del centro y de la propia administración.
Los 51 por ciento de los docentes gallegos que acuden al defensor del profesor afirman padecer de ansiedad y un 23 por ciento afronta una depresión, mientras que otro 8 por ciento se encontraban en situación de baja laboral por alguna de las causas mencionadas.
MÁS EN PRIMARIA QUE EN BACHILLERATO
Otra de las novedades reflejadas en los datos facilitados por el sindicato de profesorado es el "repunte" en los expedientes abiertos a alumnado de primaria (38, unos nueve más que el curso anterior) y que supera las cifras registradas en bachillerato (33) y formación profesional (26).
Según explica ANPE, este tipo de alumnado procede generalmente de hogares "desestructurados" y de núcleos con elevada población. En concreto, el nivel de conflictividad del alumno es "muchísimo mayor" en familias donde ambos progenitores trabajan y en las que "no es fácil dedicarle tiempo a sus hijos", lo que afecta al rendimiento académico.
Ante esta situación, el presidente de ANPE en Galicia, Julio Díaz, ve "primordial" plantear un "itinerario distinto" para alumnos que "se quedan descolgados" y "no quieren estar" en clase con 14 años, además de buscar un modelo que permita "una participación activa de los padres" en la educación, pero "con colaboración".
Según señala Díaz, este modo se debe enfocar a través de una relación directa de los padres en la educación de sus hijos, en la que esté implicado el profesorado.
BORRADOR DE LEY DE CONVIVENCIA EN "MESES"
A este respecto, ha señalado que la Administración gallega contará "en unos meses" con un borrador "muy cerrado" de la Ley de Convivencia y Participación de las familias en el sistema educativo, para la que ANPE ha realizado "muchísimas aportaciones".
Entre ellas, Díaz ha pedido que el documento incluya "inmediatez" en las sanciones al alumnado, una campaña de concienciación, formación del profesorado en resolución de conflictos, un seguro de defensa del docente y un servicio de asistencia jurídica.
Además, han presentado también un documento de medidas en este sentido a los grupos parlamentarios gallegos, para después matizar que no les "gustaría" que dicha Ley se elabore "en la línea de la de Madrid o Valencia".
"No queremos que se nos identifique con un tricornio, con un uniforme", afirma, además de destacar la evolución de la campaña por el reconocimiento de la autoridad docente a nivel estatal, que cuenta ya con 80.000 firmas de apoyo entre las que se encuentran personalidades como Fernando Savater, Isabel Gemio o Pilar Rubio.