El trabajador acusado de agredir a su jefe dice que "nunca" intentó herirlo

Trabajador acusado de agredir a su jefe con un hacha en Santiago
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 13 abril 2016 12:41

   SANTIAGO DE COMPOSTELA, 13 Abr. (EUROPA PRESS) -

   El trabajador acusado de supuestamente agredir a su jefe con un hacha en el Polígono del Tambre de Santiago, J.D.D., ha asegurado que "nunca intentó" herirle y que sólo "intentó romper el cristal del camión" con la herramienta después de que ambos mantuviesen una discusión por motivos laborales.

   El acusado, para el que la Fiscalía pide dos años y seis meses de prisión por un delito de lesiones --que la acusación particular califica de tentativa de homicidio--, ha respondido este miércoles a las preguntas de su abogada en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Compostela.

   En su intervención, J.D.D. ha declarado que los hechos ocurrieron a las "4,30 o 5,00" horas de la madrugada del 10 de agosto de 2013, después de que tanto el como su jefe, J.B.M., estuviesen "bebiendo unas copas" en un bar del polígono junto a otras personas.

   De este modo, ha recordado que estaba "bajo los efectos del alcohol" cuando empezó "a discutir" con su jefe sobre "el trabajo", momento en el que éste le dejó "con la palabra en la boca" y se subió al camión en el que iba a dormir en el lugar puesto que, tal y como explicó el empleador, "al día siguiente tenía que pasar la ITV" al vehículo a primera hora de la mañana.

   Tras ello, el acusado ha asegurado que "cogió el hacha" del camión que transporta madera para "romper el cristal del vehículo" pero que "nunca" con la intención de herir a J.B.M.. "Nunca cogí el hacha para herirle y, de hecho, cuando me doy cuenta de que está sangrando cogí papel de la maleta del coche para taparle la herida", ha manifestado antes de precisar que fue en ese momento cuando dejó la herramienta en esta parte trasera de su vehículo.

   Además, J.D.D., que ejercía de camionero, al igual que su jefe, ha indicado que no recuerda "haber amenazado" al quien en aquel entonces le proporcionaba el trabajo, a quien conocía desde hacía "15 o 20 años" dado que ambos eran vecinos.

RELATO DE LA ACUSACIÓN PARTICULAR

   Por su parte, el agredido, J.B.M., que respondió a las preguntas de las partes en calidad de testigo, ha asegurado que fue en el momento en el que el ya estaba dirigiéndose al camión para dormir y tras despedirse del acusado en el bar, cuando vio que este se acerca al punto de los hechos en su vehículo.

   "Cuando bajó del coche me recriminó que otro compañero se iba de vacaciones y que porqué él no se iba .... pero yo le dije que no era ni el momento ni el lugar para discutir eso. Habíamos estado juntos tres horas y no me había dicho nada y me lo dice a las cuatro de la mañana", ha relatado.

   Tras ello, ha explicado que se metió en el camión para dormir cuando notó el fuerte impacto el cristal, levantando la mano como acto reflejo para protegerse. "Yo no sabía lo que era, no podía imaginar que fuese él", ha manifestado antes de detallar que fue en ese momento cuando notó "un corte grandísimo" en su brazo y escuchó al acusado gritar "que bajara del coche", que le "iba a matar".

   Con todo, ha apuntado que, después de que su empleado le pidiese que saliese del vehículo, que le iba a poner papel en la herida, accedió a bajar y fue hasta el coche, en donde, según ha indicado, J.D.D., lo volvió a agredir. Por ello, ha señalado que mantuvieron un "forcejeo" que dejó "el capó del coche lleno de sangre".

   Debido al corte J.B.M. permaneció "100 días de baja" tras ser operado en el brazo, en el que le introdujeron "una placa metálica y varios tornillos". Según ha precisado, por la herida le quedaron secuelas por las que no puede "cerrar la mano" o "usar reloj".

TESTIGOS

   Fue pocos minutos después cuando llegó al lugar uno de los dos guardias de seguridad del polígono que comparecieron este miércoles como testigos. Según ha señalado el primero en llegar, estaba realizando una ronda por la zona cundo observó a los dos hombres forcejeando.

   "Estaban enzarzados, uno herido, y el otro muy enfadado, diciendo que le había arruinado la vida", ha explicado al ser preguntado por las partes, a las que replicó que no recordaba haber escuchado al acusado amenazar de muerte a su jefe. El segundo de los guardias también aseguró no recordar si había escuchado esas palabras.

   Tras las comparecencias de la jornada de este miércoles, en la que también han declarado dos agentes de la Policía Nacional, el juicio continuará este jueves, día 14.